Por Gilberto Pérez Castillo

Normalmente en un proceso electoral, quien se queja de anomalías es aquel que siente que va perdiendo la elección.

Si aplicamos esta regla a la elección que está a punto de iniciar en la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), todo parece indicar que Carlos Corona, el actual dirigente, y su candidato, César Íñiguez, sienten que el resultado no les favorecerá.

El Candidato Íñiguez amenaza con retirarse de la contienda, acusando a su contrincante, conocido como Chicho, de ser beneficiado por funcionarios de la Universidad de Guadalajara, lo que le daría ventajas.

En el mismo sentido, Carlos Corona ha levantado la voz acusando de intervención de funcionarios en beneficio del Chicho.

Si consideramos que César Íñiguez es el candidato del actual presidente de la FEU y del actual Rector Carlos Briseño Torres, y que también ha recibido apoyos de funcionarios universitarios, las quejas de César Íñiguez suenan a una derrota desde ahora anunciada.