En medio de las controvertidas medidas adoptadas para contrarrestar o enfrentar el coronavirus, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez identificó públicamente hoy a 400 jaliscienses -que acudieron a Vail, Colorado, en Estados Unidos, a un torneo de esquí hace dos semanas-, como un “frente potencial de contagio”.

A través de un video donde aparece acompañado del secretario de Salud, Fernando Petersen, Alfaro Ramírez hace un llamado a todas estas personas, que dijo tener identificadas, a que se comporten con “absoluta responsabilidad”, que se queden en sus casas y que se comuniquen con las autoridades de Salud para ser monitoreadas.

Por su parte Jesús Pablo Lemus Navarro, alcalde de Zapopan, confesó al Informativo NTR Guadalajara Radio, que tiene conocimiento de que ocho de esas personas que fueron a esquiar, dieron positivo al virus.

Pero conforme pasa el tiempo, a través de redes sociales comienzan a compartirse audios que hacen preveer que el caso de los 400 jaliscienses que viajaron a Vail puede complicarse aún más y en un caso extremo hasta salirse de control, toda vez que muchos de ellos acudieron a otros lugares después de llegar de Estados Unidos y pudiesen existir más portadores del virus.

En uno de esos audios, que se le adjudica a la esposa de un prominente empresario jalisciense -cuyos nombres están identificados-, la de la voz confiesa que ambos acudieron a Vail y que a su regreso “saludamos a mil gente ahí que después se sintieron mal y a muchos los diagnosticaron con coronavirus (…). Regresamos del Vail el jueves, el viernes nos hicimos la prueba del coronavirus, salimos negativos…”.

Cuenta luego que se fueron a otro estado a una reunión familiar, pero que ella comenzó con “mucho dolor de cabeza, calentura, 38.8”, y se hicieron otra vez la prueba de coronavirus en la Ciudad de México. Su marido salió positivo y ella con pulmonía, “deduciendo que fue por coronavirus también, aunque me haya salido negativo la prueba”, confiesa.

Revela en el audio que otra persona conocida de ellos se hizo la prueba, y que pese a que no tuvo los síntomas también salió positivo de coronavirus.

En otro audio, una persona de la agencia de viajes que organiza cada año el viaje a Vali -cuyo nombre me reservo-, subió un audio a sus redes y pidió que se compartiera e hiciera público. A través de él, revela que todos los que acudieron a Vail están infectados de coronavirus o están en cuarentena, luego de tener contacto en aquella ciudad con un grupo de competidores italianos, pero que la “tragedia” está en que en los hospitales no quieren recibir a los enfermos y la ambulancias se niegan a recogerlos, como sucedió con una empleada de dicha agencia que, asegura, “esta muy mal”.

Culpa al “gobierno que tenemos” de no proveer del equipo necesario para que las personas que atienden a los enfermos no se contagien; recomienda que los enfremos se refugien en sus casas porque “el gobierno no nos va a ayudar, no nos va a proteger y no va a hacer nada por la ciudadanía”; e identifica quién es el gobierno: “de parte de nuestro gobierno, del señor López, no se va a recibir nada”.

¿Hasta dónde llegará el caso de los 400 jaliscienses que acudieron y regresaron de Vail enfermos y contagiados del coronavirus? ¿Qué garantía hay de que el gobierno los tiene identificados y que sólo es cuestión de que ellos se reporten para ser monitoreados? ¿Por cuánto tenemos que multiplicar a esos 400 jaliscienses que a su regreso saludaron y convivieron con decenas de personas más? ¿En qué momento debemos esperar que las consecuencias de este viaje se vean en la demanda de atención en los hospitales? ¿Está preparado el gobierno alfarista para atender la multiplicación de infectados que comiencen a brotar por culpa del que hoy denomina “frente potencial de contagio”?

Sin duda que sobre esos 400 jaliscienses debe de mantenerse una atención especial, pero el esfuerzo deberá de multiplicarse para identificar a las demás personas con las que convivieron después de ir a esquiar.