La triste realidad demuestra que es falso aquello de que hay quienes “quieren generar miedo y una situación terrible” en torno a los estragos que hace la pandemia en Jalisco -con un crecimiento acelerado en contagios, ocupación hospitalaria y muertes-, como aseveró en días pasados el gobernador Enrique Alfaro Ramírez.

Es esta triste realidad -y no los moros con tranchete que ven en el gobierno- la que genera miedo y nos advierte de una posible situación terrible.

Esta triste realidad también demostró lo lejano de ser cierto aquello de que “la estrategia que se hizo en Jalisco sigue dando buenos resultados”, como presumió el mandatario estatal en esa misma ocasión, porque a los 72 fallecimientos -cifra record- registrados el pasado miércoles, ayer se le sumaron, lamentablemente, 52 más que colocan a nuestro estado a días de alcanzar el tercer lugar nacional en muertes por el Coronavirus, pues ayer llegamos a las 6 mil 378… apenas 54 menos que Veracruz que registra 6 mil 432.

No podemos negar que la población tiene una alta responsabilidad en el incremento de los contagios que, lamentablemente, se traducen posteriormente en muertes, pero lo he dicho: al tiempo en que el gobierno exhortaba a quedarse en casa y aplicar medidas de confinamiento, le colocaba a la gente la zanahoria en la frente, les ponía la tentación de salir a la calle al abrir plazas, parques, centros recreativos y negocios no esenciales como si lo fueran; sin control en el servicio del transporte público…

No todos entienden la gravedad de la situación cuando escuchan al presidente municipal de Zapopan, Jesús Pablo Lemus Navarro, anunciar la probabilidad de que en febrero, dentro de casi un mes, se permita la asistencia de público al estadio de futbol de las Chivas. ¿Cómo podrían interpretar muchas personas una declaración así? Que el problema no es grave o ¿qué se quiere decir cuando se afirma que si los contagios bajan se abren las puertas del estadio?

Desgraciadamente no todos interpretan debidamente la narrativa de nuestros gobernantes.

Declaraciones como las de Lemus Navarro o las del propio Alfaro Ramírez asegurando que “la estrategia aplicada en Jalisco está dando buenos resultados”, hacen creer a no pocos que “el león no es como lo pintan” y que, por lo tanto, las decisiones que aplica el gobierno son las acertadas para que esa gente ande en la calle sin tomar las medidas preventivas obligadas.

En fin, no quisiéramos confirmar noticias como que estamos a punto de ser el tercer lugar nacional en muertes por Covid-19, pero cuando las decisiones se toman anteponiendo el beneficio mediático no se puede esperar otra cosa.

Y, por otro lado, no podemos ignorar que en materia de salud, hoy pagamos parte de las consecuencias por el absurdo pleito del gobierno alfarista contra el presidente López Obrador. Baste ver la discusión por el uso del hospital “Ángel Leaño” y quién beneficia a quién con esa decisión.