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Por Hugo Luna

Veo con recelo numerosas declaraciones del gobierno, los partidos y los sectores empresarial y social por el paquete económico presentado por el gobierno del Presidente Calderón.

Lo que vemos y escuchamos todos los mexicanos no es la sustancia de lo que ocurre.

Sí sabemos que las finanzas públicas sufren la cruda resultante del derroche de la bonanza petrolera del sexenio de Vicente Fox. También sabemos qué las élites políticas sólo ven por su ventaja electoral.

Es cierto que la mayoría de los ciudadanos no sabemos qué es lo mejor para sacar al país de la crisis y para que la economía recupere la capacidad de crear empleos, el único camino para la prosperidad nacional.

Tengo la sensación que más allá del impuesto del 2 por ciento hay muchas cosas del paquete fiscal que no conocemos, que no nos han dicho. Pienso que tanto ruido y tanta promesa de austeros recortes y espíritu de sacrificio del gobierno y su partido son sólo una cortina de humo para ocultar algo más, algo que a los contribuyentes no saldrá muy caro, mucho más caro de lo que nos dicen.

Sólo al final de octubre  sabremos los ciudadanos cuánto sudor y lágrimas nos costará esta crisis.