Ayer el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, en una entrevista con el informativo NTR Radio, lanzó la sentencia: “Vamos por la zona metropolitana (de Guadalajara y) por las principales ciudades de ese estado (Jalisco)”.

Explicó que los “jaloneos” entre los morenistas jaliscienses fue por la dirigencia estatal, pero que eso “ya quedó atrás”. Apuntó que hoy lo que la militancia busca es “reorganizarse y elegir a los candidatos con más potencial de triunfo”.

Urge que alguien actualice a Mario Delgado sobre la realidad de su partido en Jalisco; primero, porque los “jaloneos” nunca fueron por la dirigencia, sino únicamente una discusión sobre si Hugo Rodríguez Díaz era o no el dirigente estatutariamente, luego de los malabares que hizo su antecesor Alfonso Ramírez Cuéllar por desconocerlo, así que hoy nadie puede apostar que el morenismo jalisciense está unido, pues las “tribus” siguen reinando.

Segundo, es cierto, los morenistas buscan reorganizarse, pero no hay nadie que lo logre porque los diversos liderazgos existentes quieren que se haga en torno suyo; por lo tanto, el morenismo jalisciense continúa desorganizado y dividido.

Y tercero, no veo a la militancia ansiosa de “elegir a sus candidatos con más potencial de triunfo”, por el simple hecho de que todos quieren ser candidatos, todos se creen merecedores de serlo y consideran que son garantía de triunfo.

Así que, al parecer, Mario Delgado no tiene muy clara la radiografía de lo que sucede en su partido en Jalisco, y con esa visión difícilmente podrán ganar la zona metropolitana y las principales ciudades del estado, máxime cuando hoy como nunca el pastel electoral estará altamente disputado por el número de partidos que estarán en la contienda, tanto nacionales como estatales, y, por lo tanto, la votación estará muy pulverizada.

Y, por supuesto, el gobernador Enrique Alfaro buscará no darle el gusto al lópezobradorismo de que le arrebate lo que hoy tiene en su poder, y para ello echará toda la maquinaria y la “carne al asador”.

Por eso, creo que ya es tiempo de que los aspirantes sepan, para empezar, en qué municipio o distrito van a jugar, porque la indefinición y la indecisión pueden salir muy caro y el tiempo corre. Es urgente que los morenistas, todos, sepan finalmente quién es su dirigente estatal oficialmente y que logren coordinarse y trabajar en torno a él; que la dirigencia nacional decida si va a enviar o no a un delegado y lo designe ya. Y, finalmente, que haga sus cuentas -aunque sea proyectadas- sobre con quiénes se quedarán y con quiénes no, por aquello de que pudieran desertar aquellos que creen que serán candidatos y finalmente no lo sean.

Así, pues, Mario Delgado debe saber, y estar convencido, de que Jalisco no es la Ciudad de México, y que aquí hay un alfarismo que, sin duda, saboreará la derrota del morenismo.

Y si no, al tiempo…