Es vergonzoso que en el estado que registra el primer lugar en desaparecidos en el país durante los últimos 13 meses -2 mil 100 reportó Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación el pasado día 7-, sus familiares también tengan que darse a la tarea de buscar a sus propios diputados, también desaparecidos, en busca de ayuda.

“Son ausentes en su propia casa”, definió perfectamente Jorge Verástegui, uno de los participantes en las mesas de análisis de la legislación sobre desaparecidos que se llevan a cabo en el Palacio Legislativo, la inasistencia de los legisladores en estos encuentros.

Salvo la presencia del diputado convocante y presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Jorge González Arana, y de la diputada Erika Pérez, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, ningún otro diputado ha hecho acto de presencia permanente para atender un asunto de la más alta prioridad para muchas familias jaliscienses que su vida se ha convertido en un verdadero calvario ante la ausencia de su ser querido.

Los familiares e integrantes de colectivos que participan en estas mesas han reclamado la presencia, cuando menos, de los legisladores de las comisiones que dictaminarán sobre ésta ley, principalmente de quienes las presiden. Pero excepto los dos diputados arriba mencionados, quienes han hecho oídos sordos” al llamado son los legisladores Claudia Murguía, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, y Enrique Velázquez, presidente de la Comisión de Seguridad y Justicia.

Obviamente tampoco han hecho acto de presencia permanente ninguno de los diputados vocales de las cuatro comisiones involucradas, porque no se trata de que hagan “visita de doctor” o de “pisa y corre”, pues el tema, reitero, demanda una especial atención de los legisladores para no tomar decisiones al vapor, levantar simplemente la mano o picar el botón siguiendo la “línea” que les dicten desde más “arriba”.

Incluso, ahí debieron de estar diputados aún y cuando no integren cualquiera de estas cuatro comisiones, pues finalmente la decisión que tomen para legislar sobre los desaparecidos estaría más enriquecida al haber escuchado la participación de estos ciudadanos.

¿O qué asunto más importante pudieron tener quienes ufanos se llaman “representantes populares”, que escuchar de viva voz una propuesta o un testimonio de quienes cada hora de su vida se ha convertido en un verdadero infierno ante la angustia de no saber dónde se encuentra su familiar, y que sin embargo están ahí presentes para hacer su aportación en lo que creen será para su beneficio?

¿O creen que lo que hicieron en lugar de estar presentes en estas mesas será de mayor beneficio para los jaliscienses y por ello creen que se justifica su ausencia?

Si uno de los problemas más graves del país y de Jalisco no les interesa, ¿qué podemos esperar de ellos?

No hay duda: cada tres años el Poder Legislativo sigue siendo una vergüenza, y sus integrantes se esmeran por ganarse el repudio ciudadano. ¡Y vaya que lo logran!.