Los constantes golpes bajos y altos que se dan entre los Grupos del ex Gobernador Francisco Ramírez Acuña y el del actual Gobernador Emilio González Márquez, los excesos de alcaldes como Juan Sánchez Aldana de Zapopan y Jorge Vizcarra de Tonalá, el Nepotismo desbordado, el cinismo en el abuso del Dinero Público y la creciente corrupción en los gobiernos del PAN están creando las condiciones para que el PRI tenga una recuperación electoral en el 2009.

Pero en el PAN no tienen que estar tan preocupados, porque en el PRI no se han dado cuenta aún de su verdadera situación y al interior de ese partido los pleitos también estar al orden del día porque dos Grupos Políticos, el de Javier Galván y el de Arturo Zamora, se empeñan por pelearse por un poder que desapareció o está bastante disminuido, en lugar de construir las condiciones para recuperar parte de los perdido en las elecciones que vendrán dentro de dos años.

En estas condiciones los principales enemigos del PAN están a su interior, de la misma manera que quienes dificultan la recuperación del PRI no son los Panistas en el Gobierno, sino los propios Priistas empeñados por disputarse las migajas de poder que les quedaron.

Dentro del PAN

Los Panistas aprendieron a ganar el Poder pero no aprendieron a administrarlo de manera madura.

Desde la llegada al Poder Estatal en 1995, los Panistas han cultivado y ahondado sus diferencias internas, llevándolas 12 años después a su máxima expresión. Por estos días dos Grupos, el del Ex Gobernador Francisco Ramírez Acuña y el del Gobernador Emilio González Márquez, se enfrentan rudamente y, además, hacen alarde de sus confrontaciones.

Ramírez Acuña es Secretario de Gobernación y tiene bajo su control la Dirigencia Estatal del PAN y la Coordinación de los Diputados Locales Panistas. Estos dos instrumentos se han convertido en la principal oposición del Gobernador Emilio González, pues cualquier propuesta, acción o iniciativa que presenta el titular del Ejecutivo son inmediatamente cuestionadas por Eduardo Rosales y Jorge Salinas, mientras otros partidos, como el PRI y el PRD, guardan silencio o apoyan al Gobernador.

Por su parte, Emilio González Márquez han hecho de la Nómina del Gobierno Estatal su principal arma de combate, despidiendo del Gobierno a cualquier funcionario o empleado que huela a Ramírez Acuña y contratando a quienes pertenecen a su Grupo o deciden pasarse a él.

La urgencia de aliados para ganar las batallas internas, han llevado a ambos Grupos a aliarse a los bueno y lo malo que tiene Acción Nacional, pactando repartos e impunidades en los Gobiernos, afectando así la marcha del Estado y retrasando el desarrollo del Gobierno.

Tan preocupados están en sus conflictos internos, con los que buscan ganar el control del Partido para influir en la designación de los candidatos en el 2009 y el 2012, que los Dirigentes Panistas parecen no darse cuenta del grave deterioro político en el que tienen sumido a Jalisco. En el Estado nos están acostumbrando a la Corrupción, al Nepotismo, al Cinismo y al Abuso de los Presupuestos Públicos, porque para ganar la Guerra Panista sus protagonistas parecen dispuestos a justificarlo todo.

Por eso nadie se ha atrevido a ponerle atención a lo que pasa en los Ayuntamientos de Zapopan y Tonalá, a pesar de las graves señales de Corrupción y Excesos en el ejercicio del Poder.

También por eso se trata de justificar los escandalosos abusos que cometieron los Diputados Panistas en la pasada Legislatura Local o los excesos de la Ex Alcaldesa de El Salto.

Y eso es la razón por la que también callan cuando el Gobernador mienta reiteradamente a los jaliscienses si a cambio se pueden obtener canonjías y espacios de Poder.

Dentro del PRI

En el PRI también imperan los pleitos internos, con la diferencia de que sólo tienen unos despojos del Poder que ostentaron alguna vez.

Los Dirigentes Priistas están más empeñados en voltear al Pasado que en mirar al Presente y al Futuro. Los agravios de las elecciones del 2006 siguen siendo los temas y las motivaciones del la Grilla Priista.

Por un lado Arturo Zamora Jiménez, ex Candidato a Gobernador, quien no ha tenido la estatura para administrar el capital político que obtuvo en el 2003 y 2006. Por el otro lado, el muy limitado Dirigente Estatal del Partido, Javier Galván Guerrero, a quien las ambiciones personales y de su Grupo le impiden ver la estratégica coyuntura que tiene el PRI para su recuperación.

Empequeñecidos por el cultivo de los agravios, tanto Zamora como Galván han carecido de Estatura Política y de la Generosidad que se necesita cuando se quiere ejercer un liderazgo político. Por eso se han ido quedando solos.

Pero ambos tienen prácticamente inmovilizado al PRI por sus obsesiones mutuas.

Por eso el PRI carece de un Proyecto de Partido que pudiera hacernos pensar que se construye una recuperación electoral responsable y planeada.

Con lo conflictos internos, motivados por las obsesiones de Arturo Zamora y Javier Galván, el PRI está dejando pasar la oportunidad de una recuperación para el 2009 que le ofrece en bandeja de plata el PAN.

Por eso decimos que si bien el PAN le está haciendo la tarea al PRI, el PRI también le hace la tarea al PAN.