Por Julio César Hernández

Sin mayores problemas, los diputados sacaron adelante el desafuero del presidente municipal de Tonalá, Jorge Vizcarra Mayorga. Se espera que ahora saquen adelante el Presupuesto de Egresos 2008, que, dígase lo que se diga, continúa con un proceso normal que inclusive es sano.

De entrada, los tiempos legales para sacar adelante el gasto del Estado están vigentes, aunque a punto de concluir; segundo, el que el pleno haya aprobado, por unanimidad, un Presupuesto de Egresos al que, como siguiente paso, el Ejecutivo le hizo algunas observaciones –así hayan sido una, diez o cien-, no tiene nada de malo ni merece reproche alguno.

Como tampoco lo tiene el que ahora los diputados miembros de la Comisión de Hacienda quieran analizar concienzuda y puntualmente las observaciones del Ejecutivo y el resultado de las negociaciones que sostiene el coordinador de aquella, Jorge Salinas Osornio, con el secretario general de gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez.

Eso es lo más normal, así lo establece la ley y si de todos estos pasos va a salir un presupuesto que realmente será en beneficio de los jaliscienses, enhorabuena, nada hay que reprocharles.

Se da por hecho que los diputados no aceptarán la totalidad de las observaciones que hizo el Ejecutivo al presupuesto, como quizás no acepten la mayoría de ellas. La duda que queda es cuál será la reacción del gobernador Emilio González Márquez cuando conozca que esa mayoría de observaciones no fueron aceptadas.

¿Vetará el Presupuesto y se interpondrá una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con lo que el ejercicio del nuevo gasto del 2008 quedará entrampado?

No hay prisa alguna si los diputados están en tiempo de analizar y discutir con responsabilidad este Presupuesto de Egresos. Malo será si este gasto se enfrenta a intereses políticos que retrasen su aprobación.

Malo será si las diferencias entre los grupos panistas se reflejan en la negociación de este Presupuesto.

Malo será si el gasto queda “secuestrado” por esa lucha de fuerzas de la que ya han dado muestra anterior los legisladores blanquiazules, aun y cuando el diputado Enrique Alfaro aclare que los legisladores de la oposición no son paleros de los diputados que encabeza Salinas Osornio.
Así las cosas, esperamos que no sean razones políticas las que entrampen la salida de un Presupuesto de Egresos para beneficio de los jaliscienses, anteponiendo los intereses de grupos o corrientes partidistas.