Gilberto Pérez Castillo

Trajano fue un emperador romano que gobernó del 98 al 117 de nuestra era.

Fue un emperador reconocido y querido por su mesura ante el poder que ostentó, por su sensibilidad social y por su equilibrio.

Trajano era alcohólico, como muchos gobernantes, pero estaba consciente de su debilidad por el alcóhol, por eso desde que asumió el poder emitió dos ordenanzas muy importantes: una, que dejaba sin efecto cualquier decisión que tomara después de la hora de la comida; y otra, que deslindaba de cualquier responsabilidad a cualquiera de sus subalternos que inclumpliera una orden dada por él después de la misma hora.

Así Trajano evitó que sus debilidades humanas y las estupideces que cometía en estado de ebriedad afectaran a su gobierno y, sobre todo, al Imperio Romano.

El Gobernador Emilio González, a quien se le empieza a conocer como Etilio, mucho aprendería si compartiera sus horas de lectura de la Biblia con las biografías de personajes como Trajano.