Gilberto Pérez Castillo

El 30 de este mes se vence el plazo que le dio el Consejo General Universitario a la Rectoría General de la Universidad de Guadalajara para pasar el control de la nómina de la Coordinación General de Recursos Humanos a la Dirección de Finanzas.

La trascendencia de este paso tiene que ver con que la coordinación de Recursos Humanos la controla políticamente el propio Rector General, Carlos Briseño Torres, mientras que Finanzas está en manos de un incondicional del ex Rector Raúl Padilla López.

Como se sabe, desde su llegada a la Rectoría General, Briseño ha tratado de quitarse de encima el control político de Padilla López, lo que ha generado un conflicto interno que viene creciendo y que podría ver en el tema de la nómina universitaria un nuevo episodio de esta confrontación.

Si bien es cierto que Gustavo Cárdenas Cutiño, titular de Finanzas, será quien controle la nómina de la Universidad a partir del primero de mayo, no debe perderse de vista que la destitución del mismo depende de Carlos Briseño, quien también tiene toda la libertad normativa para nombrar a un nuevo director de Finanzas.