Por Julio César Hernández

Independientemente de lo que haya sucedido ayer al interior del PRI, entre los diputados de este partido se asegura que quien está detrás de la decisión de Hugo Daniel Gaeta Esparza de votar en contra de la inclusión de la revocación de mandato en la reforma electoral, es su compañero y ex dirigente estatal, Javier Galván Guerrero.

“Gaeta no es capaz de hacer nada si no es por instrucción de Galván”, se escuchó decir, incluso, a legisladores de otros partidos.

Si es cierto lo que dicen los diputados del PRI, ¿cuál es el interés de Galván Guerrero porque la figura de la revocación de mandato no exista en Jalisco, como ya existe en otras dos entidades?

Dicen que no es tanto que crea que algún día dicha figura pudiera ser utilizada en su contra, ni tampoco que se haya coludido con los panistas para ayudarlos a concretar la instrucción que habrían recibido de su Comité Ejecutivo Nacional, de que por ningún motivo deberían de apoyar la revocación de mandato.

No, entre los priístas existe la certeza de que se trata de una lucha de fuerzas con su sucesor y actual dirigente del partido, su compadre Javier Guízar Macías, en su propósito de ser el coordinador de su fracción legislativa.

“Fue un mensaje para Guízar”, coincidieron algunos diputados del tricolor, que no tienen la menor duda de que la “mano” de Galván estuvo debajo de la de Gaeta Esparza al momento de apretar el botón del pizarrón legislativo para votar en sentido contrario del resto de los priístas e igual que el de los panistas.

Entre estos diputados cuentan que Guízar Macias ha dado su “espaldarazo” a Juan Carlos Castellanos Casillas para que continúe como coordinador de su fracción, y le ha pedido a los diputados que se pongan a trabajar con él.

Si es cierto que ese es su deseo, ¿por qué Galván no es el coordinador de los diputados del PRI?

Estos, ni tardos ni perezoso, argumentan: porque Javier Galván se convertiría en un poder paralelo a la dirigencia.

Esto es lo que se comenta al interior de la fracción legislativa de los priístas, quienes conocen muy bien tanto a Hugo Gaeta como a Javier Galván, y si “el río suena, es porque agua lleva”.

Por otro lado, ante la versión de que el diputado panista Francisco Padilla le pasó su teléfono a Hugo Gaeta para que recibiera la felicitación del gobernador Emilio González Márquez -quien supuestamente se encontraba al otro lado de la línea-, por el sentido de su voto, la llamada no deja de ser significativa.

Valga decir que ni Padilla ni Gaeta han negado esta versión.

Y es que se asegura que de haber procedido la inclusión de la revocación del mandato en la reforma electoral, se hubiese podido aplicar al actual titular del Ejecutivo si no se hubiera incluido un artículo transitorio que especificara que dicha medida entraba en vigor hasta después del 2012.

Pero como los “hubiera” no existen, todo queda en el plano de la especulación, pero en este marco es que se explicaría y entendería la llamada de González Márquez a Gaeta Esparza, vía Francisco Padilla.