Por Julio César Hernández

Cuando Javier Guízar Macías protestó como nuevo presidente estatal del PRI, provocó suspicacias cuando al leer su discurso aseguró que no aspiraría a ocupar ningún cargo de elección popular en el 2009 (elecciones intermedias) ni utilizaría al partido como trampolín para los comicios del 2012.

No pocos de los asistentes creyeron entender muy bien el mensaje:

“Sí buscará la candidatura del partido al Gobierno del Estado, pues para entonces ya no será el dirigente estatal, pero ya habrá dejado la estructura necesaria para alcanzar la candidatura”.

Otros no sólo entendieron el mensaje verbal, sino también la fastuosidad de la ceremonia:

“Con este evento, Javier Guízar inicia su campaña para la gubernatura en el 2012…”.

Y otros fueron más allá:

“Con ese reconocimiento (un diploma) no sólo hace a un lado a los ex dirigentes del partido, sino que hasta hace a un lado a su principal adversario para el 2012, el senador Ramiro Hernández García…”.

En los corrillos priístas la versión no cejaba: Guízar será el candidato del PRI a la gubernatura.

Ayer, en una entrevista exclusiva que concedió a OCHO COLUMNAS, Guízar Macías envió un mensaje al priísmo jalisciense:

“No me voy a postular para ningún cargo de elección popular, ni en el 2009 ni en el 2012”.

Esta declaración sonó bastante contundente y era diferente a la que hizo ahí en el Auditorio Telmex aquel sábado 12 de enero pasado, cuando dejó abierta otra posibilidad.

Por eso en tres ocasiones le insistimos en la misma pregunta: ¿No aspirarás ni te postularás a la candidatura a la gubernatura en el 2012?

Y en igual número de ocasiones respondió lo mismo que quedó registrado en nuestra grabadora y que será importante guardar y tener a la mano para fechas futuras:

“No me postularé para ningún cargo: ni en el 2009 ni en el 2012”.

Inclusive, aseguró que lo mismo le ha dicho en varias ocasiones a Beatriz Paredes Rangel, además de haberlo establecido por escrito, notarizado por el priísta Arturo Zamora Jiménez y con Manuel Carrillo Rubio como testigo.

Confieso que mi incredulidad me llevó a ser insistente en esa pregunta, pero quiero confiar en la palabra de Javier Guízar y creer que no nos mintió.

Le preguntamos que ni los Estatutos del PRI ni mucho menos las leyes mexicanas le impiden aspirar y postularse como candidato, pero su respuesta fue categórica:

“Ni en el 2009 ni en el 2012. Por una razón: porque es algo que entre los priístas debemos de entender… es una decisión personal que he tomado porque creo que las condiciones del PRI así lo necesitan”.

Le hicimos ver que, sin embargo, como ser humano podía cambiar de opinión, pero su respuesta fue la misma:

“En mi caso tengo que ser congruente (…). El presidente del PRI no puede secuestrar al PRI para su proyecto personal, porque entonces no vamos a ir a ningún lado. Ni le vamos a servir a los priístas ni le vamos a servir a la sociedad. El presidente del PRI no debe tener proyecto personal; su proyecto debe ser el de todos los priístas”.

Ahí quedan, pues, las palabras de Javier Guízar, por si es necesario desempolvarlas en el 2011 ó el 2012.