Julio César Hernández
Si bien se asegura que las negociaciones no fueron nada fácil, sin duda que el que por fin se haya encontrado el destino final donde se construirá el estadio de atletismo para los Juegos Panamericanos, fue un gran triunfo del alcalde Héctor Vielma Ordoñez, quien actuó de manera silenciosa para luego dar el “campanazo”.
Se le llegó a llamar el estadio “errante”, porque éste de atletismo no lograba encontrar su ubicación final, ya que cada vez que se señalaba el que se creía era el mejor lugar para construirlo, surgían de inmediato las voces en contra, principalmente de ambientalistas y ecologistas.
Y es que hasta parecía que a las autoridades estatales les gustaba provocar a este sector, pues no les gustaba mejor lugar que aquellos cercanos a áreas protegidas o quepara aquellos significaba un riesgo para el medio ambiente, como fue, primero, la zona de “El Disparate”, en la barranca de Huentitán, y posteriormente en El Bajío, en las inmediaciones del bosque de La Primavera.
Ante este panorama, Vielma Ordoñez apareció como el “salvavidas” del gobierno estatal al proponer para la construcción de este estadio la unidad deportiva “Angel Romero Llamas”, que no obstante algunas resistencias iniciales, finalmente fue aceptado por el Mandatario estatal y ahí comenzarán ya los trabajos a fin de concluirlo en mayo próximo.
Así, pues, Héctor Vielma se gana una “estrella” nada despreciable, por supuesto, en este asunto de los Juegos Panamericanos que, al parecer, ahora sí ya hay pendiente alguna por qué preocuparse en cuenato a la infraestructura deportiva.