La decisión de Rodrigo Cornejo, ex candidato independiente a diputado federal por el distrito 10, de sumarse a las filas del partido lópezobradorista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), es la reconfirmación del fracaso de un proyecto que, aunque no quieran reconocerlo, fue “flor de un día”, concretamente en la persona de Pedro Kumamoto Aguilar.

Podemos rescatar la infinita cantidad de discursos que los integrantes de Wikipolítica -agrupación que congregó al grupo de jóvenes que pretendieron entrar a la política y ocupar cargos públicos sin ser postulados por un partido político-, pronunciaron a favor de las candidaturas independientes y el por qué no creían en los partidos como vehículos para acceder al poder, pero todo se vino abajo cuando decidieron dar el paso que ya muchos auguraban tras su estrepitosa derrota en el 2018: convertirse en un partido político más.

“Futuro Jalisco”, fue el nombre que decidieron ponerle al partido que el Instituto Electoral del Estado dio “luz verde” para participar en las próximas elecciones del 2021, pero al parecer en el nombre llevan la penitencia: su futuro es incierto.

Así como vendieron el discurso de ser políticos “diferentes” desde la trinchera del “independiente”, ahora pretenden vender ser “diferentes” desde la posición de un partido político que, demuestra la experiencia, al igual que los demás terminará atrapado y consumido por el sistema que les quita la venda del idealismo y romanticismo para ponerles los pies en la tierra y transitar en el discurso de la demagogia, de la incongruencia, del “prometer no empobrece…” o del “hágase la ley de Dios en los bueyes de mi compadre”.

Primero en sus cuentas en redes sociales y posteriormente en un comunicado a los medios que difundió a través de las mismas, Cornejo hizo pública su decisión. Escribió:

“Siempre he obedecido los dictados de mi convicción política. Estoy convencido de que es necesario un proyecto amplio y popular de transformación nacional en todos los órdenes de la vida pública de México. Por ello a partir de hoy, me sumo a Morena…”.

Luego reveló que se reunió y platicó con Carlos Lomelí, con quien aparece en la fotografía acompañado del regidor de Zapopan, Hiram Torres.

En su afán de incrustrarse en la política real y no quedarse en la política “romántica” de frases pegajosas pero sin fondo, Rodrigo Cornejo termina por confesarnos indirectamente que el partido de Pedro Kumamoto está muy lejos de ser el instrumento para satisfacer sus deseos y objetivos. “Futuro Jalisco”, para Rodrigo, está muy lejano de ser el camino para ejecutar “un proyecto amplio y popular de transformación nacional”.

Claro, hay que decirlo, decidió sumarse al partido que hoy está en el poder, que gobierna el país, que tiene mayoría en el Congreso de la Unión y que mantiene amplias expectativas de seguir creciendo en los próximos procesos electorales. Incluso, en el que tiene amplias posibilidades de ser nuevamente candidato, ante la falta que tiene de perfiles. Obvio era que no se integraría a partidos con pocas o nulas posibilidades de ganar espacios, aunque no me hubiera sorprendido que se hubiese ido a Movimiento Ciudadano.

Pero no, decidió tomar la vía corta ante el aplauso de la concurrencia que lo conoce y que le augura éxito.

Yo concluyo con algo que siempre creí -y dejé testimonio de ello en mis textos- que sucedería: el arbolito dio los frutos que aposté daría: políticos igual que los demás.

Y si no, al tiempo…