Algo no está bien en Jalisco como para que ¡47 empresarios! hayan tenido que ir con el presidente Andrés Manuel López Obrador a plantearle problemas que requieren solución o proyectos que necesitan del apoyo del gobierno federal, y que seguramente ya le notificó de ellos el propio gobernador Enrique Alfaro Ramírez.

En tiempos idos, era un pequeño grupo -no más de diez empresarios, y ya eran muchos-, los que tenían audiencia presidencial con o sin la asistencia del gobernador en turno, dependiendo de los asuntos a tratar o porque con anterioridad el Mandatario estatal había hecho ya la introducción de los temas con el presidente de la República en audiencia particular.

Incluso, era muy selectiva la lista de empresarios que entraba a Los Pinos: Germán Cárcoba, Abelardo GarcíaArce, uno o dos de los hermanos Martínez Gúitrón, Fernando Aranguren, Carlos Álvarez Bermejillo, Juan Arturo Covarrubias, Javier Arroyo Chávez… y párenle de contar. Los distinguidos visitantes a la sede presidencial no eran los dirigentes de las cúpulas empresariales -Coparmex, CCIJ y Canaco- quienes asistían a los eventos masivos en algún salón de Los Pinos, sino quienes eran los verdaderos motores económicos en la entidad.

Y salían con acuerdos concretos y compromisos asumidos por el Ejecutivo federal que al paso del tiempò se veían plasmados en el estado.

Pero hoy para entrevistarse con López Obrador prácticamente sólo faltó el perico.

De acuerdo a lo poco difundido sobre ese encuentro, los empresarios le presentaron al presidente Andrés Manuel una serie de necesidades que tiene Jalisco, pero no revelaron de compromiso en concreto de su parte para resolverlas, mientras que López Obrador sólo comentó en sus redes sociales que se reunió con estos empresarios y le echó porras a Jalisco como un importante estado productor de alimentos.

¿Creyeron los empresarios que “montonear” al presidente de la República les iba a dejar mejores dividendos? ¿A qué fueron tantos empresarios, ¡47!? ¿A tomarse la foto? ¿A ejercer presión?

Ojalá y que en los hechos esta visita fructifique por el bien del desarrollo del Estado, pero creo que fue ocioso una visita multitudinaria que sólo reflejó que para que Jalisco tenga la atención del gobierno federal no será suficiente la gestión que haga el gobernador Alfaro.

Al tiempo.