El Organismo Público Descentralizado Servicios de Salud se pudrió… y su titular Consuelo Robles salió despedida.

Y se pudrió a la vista de todos, menos a la de los responsables de evitarlo -o se hicieron de la “vista gorda”-: el gobernador Enrique Alfaro Ramírez; el jefe de Gabinete, Hugo Luna Vázquez; la coordinadora estratégica de Desarrollo Social, Ana Bárbara Casillas; y el secretario de Salud, Fernando Petersen Aranguren, quien no está exento de responsabilidad de que esto haya sucedido, pero al que por extrañas razones se le perdonó.

Con toda anticipación, a través de los medios de comunicación -esos a los que el gobierno alfarista menosprecia-, se le advirtió a Enrique Alfaro cómo el OPD Servicios de Salud se comenzaba a echar a perder cuando desde su interior se manipuló descaradamente y se operó sin pudor alguno licitaciones como las correspondientes a servicios de Laboratorio y Banco de Sangre, donde poco les importó violentar la ley con tal de declarar ganadora a la empresa que quisieron -o que se les indicó desde otros niveles-, no obstante que estaban señaladas de incurrir en actos monopólicos.

De todo lo anterior hay testimonio fundado aquí en Marcatextos.

Luego vino la serie de torpezas y errores, de ineficiencias e incapacidades, y particularmente de ineptitud, para hacer frente a una enfermedad como el dengue que rompió record al colocar -y mantener- a Jalisco en los primeros lugares en muertes, casos confirmados y casos probables, ante la pésima actuación del titular de la Secretaría de Salud, quien debió de haber sido cesado también desde meses atrás pero que, al parecer, logró sortear el vendabal y salir bien librado, pero no exento de la responsabilidad de la crisis que se vive en materia de salud en Jalisco.

Posteriormente vinieron los casos públicos de beneficio para los familiares de los altos funcionarios de Salud -incluidos el secretario Petersen Aranguren y la ex titular del OPD Servicios de Salud, Consuelo Robles, quienes dicho sea de paso nunca tuvieron una buena relación-, con licitaciones a favor de empresas familiares, y luego una serie de presuntos ilícitos denunciados por la propia Secretaría de Salud ante la Fiscalía del Estado y que hoy -si es que no nos engañan-, continúan bajo investigación.

Todo lo anterior obligó al gobierno alfarista a sacudir el OPD Servicios de Salud y no sólo su titular, Consuelo Robles, sino prácticamente a la estructura completa: Seis direcciones -entre ellas la Jurídica, la Médica y la de Regiones Sanitarias-, el Órgano Interno de Control, el Comité de Adquisiciones y la Unidad de Transparencia y Protección de Datos.

Para evitar el olor a podrido, el gobierno estatal disfrazó la crisis anunciando una nueva estrategia del Sistema de Salud en el Estado, pero es inocultable que apenas a 13 meses de la actual administración la #Refundación en materia de salud fracasó. Hay tiempo para rectificar, sí, pero cuando no cortas de tajo la raíz del problema, nada garantiza que el rumbo se corregirá.

Y si no, al tiempo…