A Jesús Pablo Lemus Navarro se le acusa de estar detrás de la encuesta que el periódico Mural publicó el pasado lunes y en la que lo colocan “en los cuernos de la luna” con una votación a favor del 44% por el 27% de Carlos Lomelí Bolaños como candidato de Morena. Pero, además, no sólo se publicita que el 60% de los consultados lo quieren de candidato de Movimiento Ciudadano, sino que frente a sus adversarios del propio partido que aspiran a dicha candidatura, aparece como todo un fenómeno político que reúne todos los atributos que no tienen siquiera quienes aspiran a la candidatura presidencial.

Y sobre éste último renglón, aparecen “frases y adjetivos” que los “encuestadores” plantearon a los encuestados para que los asociaran con los aspirantes, y aparecen respuestas tan burdas y ridículas que ni siquiera el propio Lemus Navarro se la cree, y seguramente generaron la carcajada de propios y extraños, como las siguientes:

1. “Quién es el más cercano a Enrique Alfaro”: Jesús Pablo obtuvo el 48% contra el 3% de Clemente Castañeda, que es coautor del proyecto naranja desde el 2009. 2. “Más disciplinado para con su partido MC”: A Lemus Navarro le dieron el 44% (no suelte la carcajada, por favor), mientras que a Castañeda el 4%, a Alberto 2%, a Delgadillo el 10% y a Salvador Zamora el 12%. 3. “Que conoce mejor el Estado de Jalisco”: A Jesús Pablo, que no ha salido de la zona metropolitana, le dieron el 44%; a Clemente que lo recorrió en 2018 como candidato a senador, le dieron el 3%; a Verónica, que también es senadora, le dieron el 9%; a Esquer, que como secretario de Asistencia Social lo ha recorrido a lo largo y a lo ancho también le dieron el 3%.

Sólo con la respuesta a éstos tres planteamientos se comprueba y confirma lo absurdo y ridículo de esta encuesta -carente de toda credibilidad-, que a todas luces responde a un interés muy particular de quien no sólo desprecia al partido por el que quiere ser postulado a la gubernatura, sino también de quien fue rebasado por la soberbia y menosprecia a sus adversarios en esta contienda interna, y que considera que solamente por ser popular gracias a la frivolidad con que se ha conducido como gobernante en las redes sociales, merece una candidatura para la que no está preparado ni mucho menos capacitado obtener.

Y aparte de quedar evidenciado inmediatamente de que “quien paga manda”, al día siguiente Lemus Navarro pretende concluir el 1-2 para presionar a Movimiento Ciudadano a sujetarse a sus tiempos e intereses, y le exige que defina lo más pronto posible quién será el candidato a la gubernatura. Burda la maniobra del munícipe de Guadalajara.

Luego de publicarse la encuesta en la que aparece como el “salvador” de Jalisco y de Movimiento Ciudadano, le declara al mismo matutino: “Debemos llegar a un acuerdo político entre los aspirantes lo más pronto posible. Es decir, en un período máximo de tres meses más, tener ya un acuerdo general”. O sea, ignorante de los proceso políticos, Lemus Navarro pretende que el partido al que se niega a afiliarse tenga -por recomendación de él- candidato a la gubernatura en septiembre, tres meses antes de que se defina quién será su candidato o candidata a la presidencia de la República, programado para el cinco de diciembre, según anunció su dirigente nacional Dante Delgado.

Otra vez Jesús Pablo Lemus pretendiendo hacer que Movimiento Ciudadano “baile al son que él le toque”.

Pero no le han quedado claro los mensajes que desde Casa Jalisco se han envidado para que se convenza de que él no es el “favorito” del inquilino, por mucho que ahora no lo diga como en noviembre pasado cuando advirtió que sólo con él Movimiento Ciudadano ganaría. Ahora lo manda decir a través de encuestas ridículas como la referida. Pero otra vez el gobernador Enrique Alfaro se encargó de “ponerlo en su sitio” cuando declaró a los medios: “Movimiento Ciudadano ganará con cualquier candidato o candidata, y eso será producto de un trabajo colectivo que hemos hecho…”.

Y en esa entrevista, el gobernador Alfaro volvió a dar señales no de quién será el candidato, sino de quién no será el candidato. Dijo: “Nuestro proyecto está en condiciones de ganar con quién sea el abanderado o abanderada a gobernador. Y tenemos muy buenos perfiles y liderazgos que van a saber tomar el relevo de la cabeza de un proyecto que, como lo dije desde hace tiempo, una vez que yo deje de ser gobernador, habré terminado mi carrera política en Jalisco…”.

¿Habrá entendido Lemus Navarro que con estas palabras Alfaro Ramírez deja en claro que jamás lo dejará a él como cabeza de un proyecto del que además de que no es fundador, solamente se ha aprovechado de él para sus fines personales? ¿Habrá sabido “leer” en esas palabras de que él no será quien releve a Enrique Alfaro como cabeza del proyecto que tango sangre, sudor y lágrimas les costo? Esto es lo más claro de las declaraciones del gobernador el día de ayer.

Pero a todo esto, tengamos en cuenta el amago que quiso hacer en su absurda encuesta cuando se plantea que “Quién pudiera irse a otro partido si no gana la candidatura”. A Esquer le da el 3%, a Castañeda el 5%, a Delgadillo el 8%, a Zamora el 18%, y Lemus sobresale con un… ¡38%! Esto refleja lo que dentro y fuera de Movimiento Ciudadano saben: que es capaz de morder la mano que le da de comer.

Y lo que no ha hecho Jesús Pablo es voltear hacia arriba de su cabeza para ver la cantidad de “espadas de Damocles” que tiene encima, y muy bien ganadas.

Y si aún así no entiende, entonces… al tiempo.