Al asumir la diputación y la coordinación de la fracción del PRD en el Congreso del Estado, Edgar Enrique Velázquez González anunció dos apuestas a jugar en su paso por la 60 Legislatura: 1. La iniciativa para la aplicación de un impuesto verde a favor de la protección del bosque La Primavera. 2. La iniciativa para una Ley de Libre Convivencia.
La primera la planteó y presentó en el marco del macroincendio en el bosque de abril del 2012 y que devastó alrededor de siete mil hectáreas; sin embargo, finalmente se decidió por la segunda, a la que le dedicó todo su tiempo y esfuerzo en promover por “cielo, mar y tierra”, aclarando siempre que no tenía dedicatoria exclusiva a favor de las personas del mismo sexo, sabedor de que es un tema delicado a abordar en una entidad como Jalisco.
Los medios de comunicación -decíamos ayer- le abrieron las puertas “de par en par” para la promoción de esta iniciativa de Ley de Libre Convivencia, llegando a socializarla quizás sólo comparada con la otrora Ley de Diversión Responsable, popularmente conocida como Ley Salvavidas, aun y por encima de la ahora nueva Ley de Movilidad.
Referíamos ayer que esta iniciativa iba “en mantequilla” hasta que… topó con la Iglesia, lo que provocó que Velázquez González reiniciara con mayor intensidad su promoción que había suspendida por un tiempo.
Sin embargo, ahora topó… con el Partido Acción Nacional.
El anunció que  el lunes hizo el diputado panista Alberto Esquer Gutiérrez, presidente de la Comisión de Desarrollo Humano, en el sentido de que dicha iniciativa de Ley de Libre Convivencia la dictaminaría en contra, alertó nuevamente al diputado Enrique Velázquez que ya había advertido una seria llamada de atención cuando, aun sin entrevistarse con el cardenal José Francisco Robles Ortega, el órgano informativo del Arzobispado de Guadalajara, El Semanario, publicó un artículo en contra de dicha iniciativa.
Esquer Gutiérrez fue categórico en su argumentación:
“No estamos de acuerdo en esta iniciativa porque es una ley que quiere engañar a los ciudadanos, se crea un nuevo estado civil para que las personas de un mismo sexo puedan tener estos vínculos (…). Y es la pauta para que éstas personas puedan tener la adopción, la tutela y la curatela sobre los menores”.
Previamente, el diputado confesó que los legisladores del PAN habían sostenido un encuentro con el cardenal Robles Ortega para tratar este y otros temas. Curiosamente es ahora, luego de este encuentro con el jerarca católico, cuando Esquer plantea su postura, que apostamos será la misma que asuman las diputadas panistas que dictaminarán esta iniciativa en las comisiones de Puntos Constitucionales y de Derechos Humanos, Norma Cordero y Mariana Arámbula, respectivamente
O la pregunta es: ¿Cordero y Arámbula dictaminarán a favor, en sentido contrario a como lo hará su correligionario Esquer, y osarán confrontar a la jerarquía católica de Guadalajara y nada menos que al mismo presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano?
Yo apuesto que no.
Y apuesto que muchos priistas pensarán dos veces antes de votar a favor e ir contracorriente a la postura del Cardenal de Guadalajara.
Por eso auguro que la suerte de la iniciativa de Ley de Libre Convivencia ya está echada: no pasará, no será aprobada.
Lo menos que puede suceder es que quede “congelada”.
Al tiempo.