Si de hacer trampa se trata, para eso el  Congreso del Estado se “pinta” solo.

No les bastó exhibirse con la mañosa elección de los nuevos consejeros del Consejo de la Judicatura que hoy están haciendo de las suyas, sino que aquel 15 de agosto, en teoría, se pasaron por el “arco del triunfo” la Ley Orgánica del Poder Legislativo y consumieron su flagrante violación la semana pasada con el relevo en la presidencia del Legislativo y de la Junta de Coordinación Política.

El artículo 35, numeral 5, del Capítulo I sobre la Mesa Directiva, establece textualmente: “El Grupo o Representación Parlamentaria que ocupe el cargo de Presidente de la Mesa Directiva no puede ser la misma que presida la Junta de Coordinación Política para el mismo período”.

La Ley es bastante clara, no deja lugar a duda alguna… pero resulta que, a su conveniencia como los ha caracterizado su actuación, los diputados tienen “otros datos”.

Valga recordar que sin pudor alguno, 31 diputados eligieron aquel día a la diputada Mara Nadiezhda Robles Villaseñor, integrante de la bancada del partido Movimiento Ciudadano, para presidir el Congreso del Estado del 1 de noviembre al 30 de abril del 2021, no obstante que Salvador Caro Cabrera, integrante también y coordinador de la bancada de MC, preside ya la Junta de Coordinación Política (JuCoPo), lo que categórica y claramente está prohibido por la Ley Orgánica en el artículo arriba referido.

Robles y Caro, presidentes de la Mesa Directiva y de la JuCoPo, respectivamente, son del mismo grupo o representación parlamentaria: Movimiento Ciudadano.

¿O alguien tiene alguna duda de que no es así? ¿O alguien con un poquito de inteligencia se atreve a declarar que lo realizado por esa treintena de diputados no es ilegal y que es correcto? ¡Ah! Pues para los diputados lo que hicieron no es ilegal.

El cinismo en su máxima expresión.

Pero no contentos con eso, la explicación que dieron para “justificar” su aberrante e ilegal decisión es una completa falta de respeto a la inteligencia de los jaliscienses. En aquellos días argumentaron que si bien la presidencia la correspondía a la bancada del PRD, ahora solo integrada por el diputado Enrique Velazquez tras la deserción del diputado Quirino Velázquez que terminó por rendirse a los brazos alfaristas, el legislador perredista había declinado la presidencia y propuesto a su compañera universitaria para que lo relevara en el cargo.

Y ayer, en entrevista con el periódico El Occidental, Enrique Velázquez lo reiteró: “Me parece que ella (Mara) tiene la capacidad para ser una buena presidente (…). Jurídicamente es válido porque es a propuesta del PRD, quien propone es la fracción, el grupo parlamentario o la representación -que es sólo él-, y de acuerdo al acuerdo de la legislatura, le tocaba al PRD y decidí proponer a Mara Robles”.

Ahora resulta que un “acuerdo” de palabra entre los diputados está por encima de la Ley Orgánica del Poder Legislativo. ¿Así se las gastan nuestros diputados? ¿Ellos deciden cuándo la ley tiene razón y cuándo no, según sus conveniencias? ¿O con qué se puede sostener que este “acuerdo” es “jurídicamente válido” como afirma Enrique Velázquez? Sería bueno que nos mostraran e hicieran público el documento jurídico que “tumba” la Ley Orgánica y le da validez superior a un “acuerdo” de palabra entre cómplices… perdón, entre diputados.

¿Por qué violentar la ley de esta manera tan burda? ¿Por qué creer que los ciudadanos son estúpidos y que no se darán cuenta de su ilegal maniobra? ¿O será que ya se convencieron de que esos ciudadanos ya les perdieron toda credibilidad y confianza y que, pues, lo mismo da si respetan o no su propia Ley Orgánica?

Por lo pronto, una vez más desde el Congreso del Estado el partido Movimiento Ciudadano, contagiado del alfarismo, demosotró que en Jalisco “nomás sus chicharrones truenan”.