Jesús Pablo Lemus Navarro sabe que no es el candidato de los emecistas al gobierno del Estado y que todas sus esperanzas están puestas en que el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Navarro, abogue por él. Y así lo evidenció en sus recientes declaraciones a los reporteros cuando lo cuestionaron sobre el reciente encuentro que sostuvieron Clemente Castañeda, Alberto Esquer y él en Casa Jalisco, con el gobernador Enrique Alfaro Ramírez.

Y si bien, cuestionado sobre el mismo tema, Castañeda Hoeflich aseguró que “a diferencia de los de la casa de enfrente”, entre ellos “no habrá patadas bajo la mesa ni codazos”, Lemus Navarro volvió a lanzarse en contra de los emecistas, e indirectamente contra Clemente, cuando dijo confiar en que la estructura de Movimiento Ciudadano no trabaje en favor de Castañeda.

Con esa declaración, de entrada, Jesús Pablo reconoce que él no tiene el apoyo de la estructura del partido al que se niega a pertenecer, y “curándose en salud” lanza la advertencia-queja de que esa estructura estaría trabajando a favor del senador. “Golpe” a los emecistas y un “raspón” para Clemente.

A diferencia de aquellos tiempos en los que logró reelegirse en Zapopan y, posteriormente, cuando se “sacó la lotería” sin comprar boleto y fue candidato a la alcaldía de Guadalajara, y se comportaba como cuasi gobernador y presumía y se ufanaba de que él ya tenía asegurada la candidatura y aseguraba a sus cercanos que ya nadie se la quitaba, ahora reconoce que hasta podría no ser candidato, pero que no tiene Plan B previsto si eso sucediera.

Ante esta sombría realidad que hoy tiene enfrente Lemus Navarro -cuando meses atrás ya se sentía despachando en Casa Jalisco-, sabe también que no es el “favorito” de Enrique Alfaro y no confía en él, y se “aferra” a la simpatía que pudiera tener a su favor de parte de Dante Delgado, el dirigente nacional de MC, quien no pierde oportunidad cada vez que visita Jalisco de hacer que Jesús Pablo y Clemente se tomen una fotografía con él para luego girar instrucciones de que la difundan con un mensaje de “unidad”.

Por eso Lemus insistió ante los reporteros en que la decisión de quién será el candidato de MC a la gubernatura “debe ser de dos: Dante Delgado y Enrique Alfaro”. E insistió: Tenemos que entender (nótese la expresión: “tenemos que entender” -te digo Juan para que entiendas Pedro-) que además de Enrique Alfaro, que es pieza fundamental en la resolución de todas las candidaturas, Dante Delgado tendrá un papel fundamental”.

Y al reiterarle que si no tendrá “mano” el gobernador en la designación del candidato, Lemus volvió a “prenderle” una veladora a “San” Dante: “Yo creo que tiene que ser una designación en acuerdo”.

Aunque a i parecer la pregunta no fue correctamente planteada, les preguntaron a ambos aspirantes qué debe pesar más en la elección del candidato, si la amistad o la popularidad, para pronto Lemus Navarro trató de “matar” un factor que será importante al momento de la decisión, y dijo que “esto no es de amistades”, y trató de “vender” en lo que él cree que es el mejor de entre los aspirantes: “La decisión sobre el perfil no solamente para ganar la elección del 2024, sino de hacer un buen gobierno en Jalisco. Tiene que ver con perfiles, no con amistades…”.

Al respecto, Clemente Castañeda, con más “colmillo”, contradijo a Lemus y respondió: “Todo cuenta en el momento de las decisiones. No es un asunto de perfiles personales sino de construcción colectiva”.

Mural publicó que en esa reunión en Casa Jalisco el gobernador les recomendó a los aspirantes “no salir a recorrer municipios en formatos de campaña o precampaña (…), a fin de evitar impugnaciones de parte de partidos políticos de oposición”. Aquí es donde Jesús Pablo Lemus se vio “acorralado” y “atado de manos”, y prefirió interpretar esta recomendación como una orden -disfrazada de “acuerdo”- de no visitar ningún municipio del estado, pues declaró a los medios que él respetará el acuerdo sostenido con el gobernador y no visitará municipios para no distraerse de sus responsabilidades.

Pablo Lemus sabe que Alfaro nunca prohibió no visitar municipios, pero también sabe que si lo hace da motivos para que la oposición lo impugne, pues no tiene razón, motivo, causa o justificación para como presidente municipal de Guadalajara andar de gira en el Norte, el Los Altos, en el Sur, en la Costa de Jalisco -como si la tienen Esquer y Castañeda por los cargos que ocupan-, porque se convierte en un “blanco” muy fácil para ser acusado de realizar actos anticipados de campaña, ser impugnado y meterse y meter a su partido en problemas legales electorales.

Esta es la razón por la que se ve obligado a quedarse en Guadalajara y no tanto para respetar un acuerdo con el gobernador, acuerdo que nunca existió como él dice.

Así, pues, Lemus le seguirá “rezando” y “encendiéndole” veladores a “San” Dante para ver si le cumple el favor pedido, porque ya vio que en Casa Jalisco sus oraciones no son escuchadas.