Gilberto Pérez Castillo

Ayer fue un día determinante para el curso que habrá de tomar el conflicto universitario.

Marco Antonio Cortés Guardado fue reconocido por autoridades federales y estatales como el nuevo Rector General de la Universidad de Guadalajara y con ello se cerró en definitiva cualquier apoyo que desde el poder pueda recibir Carlos Briseño Torres en su intento de recuperar el cargo que perdió el pasado viernes.

Así Carlos Briseño se quedó sin aliados en el gobierno y sin la chequera universitaria.

En este nuevo escenario a Briseño Torres insistirá en amagar al grupo de Raúl Padilla López con hacer públicas irregularidades y actos de corrupción del pasado con la intención de conseguir una negociación que lo salve de una persecución mayor.

El ex Rector no tardará en darse cuenta de que está en una posición demasiado débil respecto del grupo que quiso destruir y que su lucha no tiene futuro, condición que lo obligará a buscar la mejor salida que pueda conseguir.