Gilberto Pérez Castillo

La amistad que sostiene con Carlos Briseño Torres hizo que el Juez Tercero de Distrito en Materia Administrativa, Héctor Martínez Flores, difundiera todo un enredo para tratar de darle un poco de oxigeno al ex Rector General.

Presionado por un lado por la relación personal que tiene con el político universitario destituido, y por lo cual debió excusarse de tomar el asunto, y por otro lado por la evidente improcedencia del amparo de Briseño, el Juez Tercero trató de quedar bien con las dos partes en el conflicto y les dio a los medios de comunicación información proveniente en parte de una suspensión provisional emitida el 27 de agosto, como si fuera una resolución nueva, y parte de una que niega la suspensión definitiva dictada el mismo día de ayer.

El Juez Héctor Martínez le hizo el favor a su amigo Carlos Briseño, quien necesitaba hacerle creer a la opinión pública que no estaba aniquilado, informando apenas ayer de una suspensión provisional dictada antes de la sesión del Consejo General Universitario del 29 de agosto; y quiso quedar bien con quienes destituyeron a Briseño dictando la negación de la suspensión definitiva.

Con esta acción, el juzgador sólo contribuyó a confundir a la opinión pública y alargar un conflicto en el que no hay vuelta: Carlos Briseño no podrá regresar a ocupar su cargo de Rector General.