Gilberto Pérez Castillo

Diego Monraz Villaseñor, director del Organismo Coordinador de la Operación Integral del Transporte (OCOIT) está enfrentando su primer obstáculo serio a su proyectos de renovación del sistema del transporte público de la zona metropolitana.

Sus contrincantes son nada más y nada menos que los dirigentes de los sindicatos que se han beneficiado del actual esquema del transporte y la dirigencia estatal del PRI junto con sus diputados locales.

Los señalamientos que le hacen al proyecto legal que le permitiría a Monraz sacar adelante su proyecto no son más que el pretexto que encubre un embate político sustentado en las siguientes motivaciones:

1. Existen sospechas de que las futuras concesiones para la explotación del transporte ya están apalabradas con empresarios afines al PAN,

2. También existen sospechas de que a cambio de entregar dichas concesiones y los contratos de construcción de las estaciones y el cambio de pavimentos por donde pasarán las nuevas rutas, se estaría pidiendo el famoso diezmo (el 10 % del valor del contrato) a quienes resultarán beneficiados, y

3. Los grupos de poder ligados al PRI no están dispuestos a ser desplazados así como así por los panistas que se quieren quedar con este jugoso negocio.

Por eso no es menor la oposición que enfrenta Diego Monraz a su proyecto.

Según ha confiado el director del OCOIT a diversos personajes, la asesoría que están comprando de expertos colombianos en el tema, incluye las recomendaciones para enfrentar este tipo de oposiciones.

A si que ahora veremos qué puede más, la asesoría colombiana o las mañas mexicanas.