Por Hugo Luna
Mientras seguimos escuchando los ires y venires del dengue y la influenza AH1N1, la sucesión de su dirigente local en el PAN, el discurso político parece haberse enconado.
Los que saben de esas cosas de la ciencia política, sostienen que la democracia es sólo un método civilizado para resolver, mediante el voto, de manera ordenada la disputa por el poder.
La democracia, y creo que eso lo descubrimos desde hace nueve años, no sirve para resolver otros problemas, ni el educativo y mucho menos para resolver los problemas de crecimiento económico, de pobreza y desigualdad.
Pero aunque el discurso político se ha enconado, hay todavía muchos prominentes personajes de la política que actúan con prudencia, con sensatez.
Es el caso de los presidentes municipales electos: Aristóteles Sandoval, Héctor Vielma, Miguel Castro y Antonio Mateos.
Por eso me sorprendieron con su posicionamiento respecto al apoyo de la construcción de la línea 2 del Microbús. Si las versiones periodísticas son exactas “Nunca hemos estado en contra del proyecto, nosotros no firmamos el no al Microbús, pero nosotros creemos que son asuntos que no deben de politizarse, y deben de verse con claridad. El acuerdo al que hoy llegamos es que no litiguemos el asunto en los medios de comunicación, sino que lo analicemos a la luz del conocimiento y que esto nos permita tomar buenas decisiones”.
Me causa asombro, porque en la democracia, al poder se llega por la vía de las urnas, se recibe temporalmente de manos de los ciudadanos a través de sus votos.
Preocupa que hasta los más serenos, modifiquen de un salivazo su propuesta de gobierno.
