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Por Alfonso Javier Márquez

Mientras la Federación y casi todos los estados optaron por la transparencia, Jalisco tomó el camino del engaño y la mentira. Inevitablemente esto tendrá implicaciones electorales cuando pretendían que solo fuera un tema mas para la entidad.

Pasaron 12 días desde que inició la alerta sanitaria y el gobierno de Jalisco mantenía oculta la cifra de casos de influenza humana –antes influenza porcina- AH1N1, por el temor de que fuera de nueva cuenta un tema que se les saliera de las manos.

La política de comunicación del gobierno federal fue lo opuesto a la que aplicó Jalisco: cuanto caso se presentó lo informaron en los términos que debían: sospechoso; cuanto caso confirmaron lo hicieron público iniciando con siete muertos y cerrando la semana con medio ciento.

En cambio la administración de Emilio González Márquez se aferró al cero a sabiendas de que en el Hospital Civil de Guadalajara, en varios sanatorios particulares y hasta en el Seguro Social había ya casos de influenza de este tipo, con todo el cuadro como para considerarlos sospechosos, y que optaron por descartar como parte de la contabilidad del país. A todos en Jalisco se nos hacía sospechosa la actitud del gobierno porque siendo esta la entidad con mas intercambio de personas con el Distrito Federal, cómo no iba a haber contagiados. Evidentemente estaban ocultando los datos.

Y es que estaba el arranque de las campañas en puerta y las estrategias del Partido Acción Nacional perfectamente calendarizadas y estructuradas y una enfermedad, que además es curable podría alterar los planes del partido que pretende mantenerse en el poder otros tres años mas.

Quienes participamos de la estrategia mantener la calma en la población de Jalisco respecto de la influenza nos sentimos “engañados como un chino” tras de que tomamos la palabra del ejecutivo (mejor dicho sus secretarios de Salud, General de Gobierno y de Innovación) como buena y al final sospechamos que sabían de los casos que había y no nos lo dijeron

Este tema es apenas una bola de nieve que seguro la semana que inicia seguirá creciendo y que no tardarán los candidatos en capitalizar. El gobierno del estado olvida que una tragedia o un escándalo en temporada electoral puede alterar el curso de la elección y si no pregúntenle a José Luis Rodríguez Zapatero como llegó a ser presidente del gobierno Español cuando dos días antes de la contienda iba muchos puntos debajo de su oponente y tras la mentira del entonces gobierno de Aznar en el sentido de que había sido la ETA cuando en realidad era Al Qaeda el responsable le costó a su partido la elección.

No será raro que en los próximos días los candidatos de todos los partidos comiencen a utilizar para golpear al gobierno como es costumbre cuando hay procesos electorales y para bajar la influencia que el trabajo de los miembros del partido en el poder tiene sobre sus candidatos.