Enrique Alfaro Ramírez sostiene ante las cámaras de televisión la que ha sido su bandera desde que “rompió” como presidente municipal de Tlajomulco con el Partido de la Revolución Democrática:
“En lo personal, no creo en los partidos políticos; sigo sin creer en ellos. Me parece que los partidos políticos no representan a una sociedad cada vez más compleja, más heterogenea…”.
Sin embargo, entrevistado en el programa de televisión Palabras Mayores, Alfaro Ramírez presume:
“Hoy tenemos un partido político. Sé que si soy candidato a algo en 2015 voy a ser candidato por Movimiento Ciudadano…”.
Y es que aseguró que con miras a las próximas elecciones, ahora las cosas van a cambiar de fondo porque “aparte de que ya tenemos un partido, y eso cambia todo, tenemos dos años y medio de tiempo, y queremos que Movimiento Ciudadano se convierta en un partido vehículo, ligero, de poca burocracia”.
Ante su dicho de no creer en los partidos políticos y preguntarle si únicamente cree, entonces, en el Partido Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro respondió:
“Te lo digo en los siguientes términos: sabemos que tenemos que usar un partido político para competir. Mientras no existan las candidaturas ciudadanas no queda otra opción.
“Creo que el partido político que puede generar mejores condiciones para competir y defender la visión que nosotros tenemos sobre la renovación de la vida pública y sobre la participación en la política de ciudadanos libres, es Movimiento Ciudadano; es lo más conveniente y adaptable a la visión que nosotros tenemos”.
¿Porque ahí están los amigos de Enrique Alfaro? ¿Porque Enrique Alfaro impuso al presidente o por qué?
– Porque es un partido en el que no existen tribus, no existen sindicatos ni grupos de interés; es un partido de estructura minúscula y que no recibe “línea” de la dirigencia nacional; que se asemeja más a un partido local, que tendrá agenda propia para Jalisco, que abrirá sus candidaturas a ciudadanos de manera libre.
“En otras palabras: aquí no se necesita ser militante para ser candidato, no se necesita tener votos al interior para ganarse una postulación o espacio de representación. Se necesita tener -enfatizó- capital social, capital político y calidad moral”.