Por Hugo Luna
¿Quién recuerda los principales ejes de acción anunciados hace un año por el alcalde tapatío, Aristóteles Sandoval al arrancar su gestión? No se sienta incómodo por la desmemoria, porque de los siete no existen avances.
El 31 de diciembre de 2009 fue un discurso impecable. El primer edil hizo un diagnóstico del municipio. Trazó una ruta a seguir y arengó a sentar precedente en la relación  Gobierno y sociedad.
Pero 365 días después, la percepción colectiva de la administración municipal es de frivolidad e ineficiencia.
Sólo una de las siete propuestas avanza con razonable consistencia: la recuperación de espacios públicos y áreas verdes.
Las otras seis son, verdades a medias:
•         Apostar por la productividad.
•         Disminución de la tramitologia municipal
•         Combate a la corrupción
•         Abatir de fondo el problema de la inseguridad.
•         Generador de oportunidades de empleo
•         Proyectos de movilidad
¿En qué otra ciudad hay una discrepancia más grande entre la propuesta y la ejecución? ¿Qué se puede hacer para que nuestro gobernante tome conciencia de su deshonestidad?
Y así se fueron otros 365 días a la basura. Mientras otras localidades trabajan  y miran para adelante, nosotros, cada vez más asolados, afligidos, atrasados e insignificantes, seguimos repartiéndonos culpas a diestra y siniestra.
¿Quién está haciendo algo eficaz por Guadalajara?