Por Julio César Hernández

El nuevo director del Sistema del Tren Eléctrico Urbano (Siteur), Diego Monraz Villaseñor, da cuenta de lo comentado aquí en nuestra entrega de ayer (“Monraz a la palestra”) y refiere algunas consideraciones que las registramos pero, como todo en política, habría que tomarlas con reserva, sin decir que lo que hoy –y subrayamos el “hoy”, porque mañana quién sabe- nos dice, no sea cierto.

Asegura que, hasta el momento sigue “trabajando con mucho entusiasmo en la construcción del proyecto de movilidad urbana que, con todo y las complejidades que desde siempre tiene este asunto, estamos muy motivados de hacer algo tangible y que comience a cambiar las cosas por fin en nuestra ciudad”.

Refiere que la dinámica de la posible candidatura a la alcaldía de Zapopan, así como lo planteamos ayer en este espacio, “no estoy metido. Esto del Macrobus, y todo lo que conlleva, me tiene absorbido al 100%, independientemente que no pretendería, ni permitiría, que alguien se aprovechara de este tema para fines políticos personales…

“En estos poco más de siete años en el servicio público –agrega-, espero haber dejado constancia, por lo menos, de que no soy corrupto ni irresponsable con los encargos.

“Tres años de Oficial Mayor de Padrón y Licencias y Desarrollo Económico en Zapopan, completos y sin señalamientos de irregularidades; tres años de regidor, igual en Zapopan, completos y sin tranzas; y ahora, aunque no aseguro la cantidad de años que podré estar al frente de este tema, sí puedo asegurar que lo haré con la mayor transparencia y con la responsabilidad de no dejar las encomiendas a medias.

“Por otro lado, tampoco puedo negar que el asunto de presidir algún día el Ayuntamiento de Zapopan sí ha sido, y sigue siendo, una ilusión que nunca ha llegado a convertirse en obsesión. Este tipo de situaciones uno no las decide solo y todo tiene su tiempo y su momento.

“Yo soy de los que prefieren que las cosas se den de forma natural, sin forzar los tiempos ni los modos. Que el trabajo y la reputación valen más que las artimañas del pragmatismo político partidista que hoy en día está por todos lados y que yo no creo ni comparto”.

Hasta aquí las palabras de Diego Monraz Villaseñor.

No tenemos motivo para no creer lo que hoy nos dice Monraz Villaseñor. Le creemos. Pero él sabe que en política una cosa es lo que se dice y otra la que se hace, pues finalmente esto es de circunstancias.

¿O no se comprometió Emilio González Márquez a cumplir sus tres años al frente del Ayuntamiento de Guadalajara?

Y si leemos los movimientos de Diego Monraz –del Ocoit al Siteur-, obvio, por decisión del Gobernador, con una óptica política y con proyección a la candidatura a la alcaldía de Zapopan, es porque los propios panistas lo consideran un potencial aspirante.

Es el caso, por ejemplo, del diputado Joel Arellano Arellano, quien también se apunta como precandidato.

¡Ah! Y nos cuentan que el fin de semana pasado, nada menos que en la celebración de su cumpleaños, también se “destapó” como aspirante Fernando Garza Martínez.