Gilberto Pérez Castillo
Basta con comparar la zona de la ciudad donde pretende el gobierno de Emilio González construir la Línea 3 del Tren Eléctrico y compararla con la zona considerada por los alcaldes electos priistas para entender que, lejos de tener un sustento técnico, este proyecto sólo tiene un transfondo político, además de la intención de bajar la presión en contra de la construcción de la ruta 2 del Macrobús.
La densidad de la población en la zona sur, que va de la última estación de la Línea 1 del Tren hasta Tlajomulco es bastante menor que la que existe entre la estación Avila Camacho de esa misma Línea 1 hasta Tesistán, por lo que lo más lógico sería invertir esos 8 mil 500 millones de pesos en el tramo Guadalajara-Zapopan, que es donde más se necesita y se justifica.
Pero el tramo Estación Avila Camacho-Tesistán es parte de trazo donde el gobierno de Emilio González intenta imponer la ruta 2 del Macrobús y sólo por eso se resiste a que esas vías se consideren para la construcción del tren.
Por lo anterior puede deducirse que anunciar que el proyecto se empezará a construir ¡hasta enero del 2012! huele a simple táctica dilatoria para tratar de sacar adelante la ruta 2 de Macrobús.