El gobierno de Aristóteles Sandoval Díaz pretende entregar un edificio de un gran valor histórico y patrimonial de todos los jaliscienses al servicio de varias empresas privadas que por las ineficiencias de dos administraciones estatales no se han podido instalar en la llamada Ciudad Creativa Digital.
El proyecto se conoce como “Cuartel Creativo” y fue anunciado por el Secretario de Innovación Ciencia y Tecnología Jaime Reyes Robles tanto en el pasado Campus Party como en algunas reuniones que ha tenido con empresarios del sector.
El edificio en cuestión resulta para muchos un desconocido porque durante décadas estuvo cerrado al público pues fue la sede de la XV Zona Militar y después de la V Región Militar. Ocupa casi toda la manzana que forman las calles Zaragoza, Reforma, Santa Mónica y San Felipe, frente a la Preparatoria de Jalisco.
Y por si no fuera ya de por sí un despropósito entregar el patrimonio histórico y arquitectónico de los jaliscienses a los intereses privados, el mismo secretario anunció una inversión conjunta de los gobiernos federal y estatal por 28 millones de pesos para impulsar dicho proyecto.
El edificio.
El magnífico edificio que pretenden entregar a la iniciativa privada fue el monasterio de las Monjas Agustinas Recoletas como parte del conjunto religioso de Santa Mónica, cuyo templo está a sus espaldas. Su origen data de principios del siglo XVIII.
El monasterio fue expropiado a la Iglesia Católica y puesto a la venta. Don Dionisio Rodríguez lo adquirió posteriormente y lo donó de nuevo para uso religioso.
Ya en el siglo XIX, la Diócesis decide instalar ahí el Seminario Tridentino y le encarga la reconstrucción al ingeniero Antonio Arróniz, quien logra armonizar las corrientes arquitectónicas en boga en esa época y construir una obra verdaderamente interesante. Una característica única de este edificio es la cubierta de lozas de cerámica que cubren la fachada y el interior del mismo y que no encontramos en otra edificación de Guadalajara.
En 1914 fue nuevamente expropiado y se convirtió en cuartel militar hasta el año 2009 en el que el gobernador Emilio González Márquez permutó el edificio a cambio de construirles un nuevo cuartel a las fuerzas armadas en La Mojonera, con la finalidad de que el edificio de la calle Zaragoza se convirtiera en museo. De hecho durante un tiempo tuvo sobre su puerta principal un letrero que decía “Museo de Arqueología”, que misteriosamente desapareció.
El edificio está en un muy buen estado de conservación.
Saludar con sombrero ajeno.
Las administraciones de Emilio González Márquez y de Aristóteles Sandoval fallaron en la construcción de la llamada Ciudad Creativa Digital, esa que se pretende erigir donde originalmente se intentó hacer las Villas Panamericanas para los juegos del 2011.
Como en todo proyecto que se falla, aquí también empezaron a fluir las ocurrencias para darle uso a las manzanas que fueron expropiadas. Del gobierno federal salió la iniciativa de crear en Guadalajara una Ciudad Creativa Digital, pero ni los presidentes Calderón y Peña ni los gobernadores Emilio González y Aristóteles Sandoval han sido capaces de concretarla.
Y como hay empresas, sobre todo extranjeras, que presionan para contar con instalaciones surgió la “brillante” idea de poner nuestro patrimonio histórico y arquitectónico al servicio de particulares.
¿Es obligación del gobierno (con dinero de los jaliscienses) construirles a las empresas los edificios para que se instalen? ¿Tenemos que subsidiarlas.
¿De verdad no encontraron otro espacio donde meterlos que el de este edificio con valor histórico y arquitectónico?
¿En serio creen que las empresas que pretenden usufructuarlo lo cuidarán como se debe?
¿Este gobierno no le ha podido encontrar un uso más digno a tan magnífico edificio?