Julio César Hernández
Deveras que uno quisiera ver las decisiones y acciones de nuestros gobernantes de otra manera, con una visión más positiva, pero la verdad es que éstos no nos dan esa oportunidad, pues si de ocurrencias se trata.. ¡se pintan solos!
Y para ocurrencias, el puente atirantado”Matute Remus” parece ser la víctima, pues sobre de él parecen caer todas las maldiciones gubernamentales.
Primero, el gobernador Emilio González Márquez ignoró y desechó las razones técnicas de quienes crearon este puente y determinaron que los pilones que sostendrán los tirantes fuera de color rojo, para lanzar una convocatoria a través de la página de internet del Ejecutivo, a fin de que la ciudadania decidiera el color de los mismos.
¿La razón? Que el rojo es el color oficial del gobierno priista, concretamente de Guadalajara y del Estado de México, sin recordar el de Veracruz de Fidel Herrera y el de Oaxaca de Ulises Ruiz.
Resulta que la mayoría de los ciudadanos que opinaron ( 9 mil 60) se inclinaron por el color naranja, seguido del rojo (6 mil 875), luego el amarillo-azul (6 mil 162), del blanco (966), del amarillo (464) y del azul (375) -¿les dice algo el que el color panista haya quedado en último lugar?-.
Bueno, pues para que nadie se pelee, resulta que el secretario de Desarrollo Urbano, Sergio Carmona, quizás ya invadido por la cercana temporada navideña, propuso que los pilones se pintaran de un color neutro y se les colocaran… ¡foquitos multicolores!
¡Imagínese nada más!
En una de esas, ¡hasta “peluche”! le van a querer poner a este puente atirantado.