Por Julio César Hernández

El secretario de Vialidad, José Manuel Verdín Díaz, quedó fuera del Consejo Estatal del PAN, igual que el quejoso Armando Prieto Luna.

El director del Ocoit, Diego Monraz Villaseñor, entró en el lugar número 99 de cien, antecedido por el regidor Alejandro Madrigal Díaz, en el 98.

El diputado federal y aspirante a la alcaldía de Zapopan, Joel Arellano Arellano, entró en el lugar 81, mientras el diputado federal Mario Salazar Madera se ubicó en el lugar 72 y la contralora Ma. del Carmen Mendoza Flores en el 75.

Ese fue el tenor de lo que sucedió ayer en la Asamblea Estatal del PAN, donde los candidatos a consejeros del grupo del gobernador Emilio González Márquez fueron “barridos” por los “paquistas-lalistas” prácticamente tres a uno.

Y es que de los cien consejeros a elegir, 71 simpatizan con ésta última corriente por 29 de los impulsados por los Herbie Boys.

Por supuesto que no sorprende el resultado cuando esta tendencia fue marcada por lo arrojado en las asambleas municipales. Y menos les sorprende a los emilistas que desde muy temprano anticiparon el final con el reparto de calcomanías con la leyenda “No reelección”.

O sea que dieron un paso adelante a lo que sabían que venía horas después.

Con este resultado es ocioso jugar a las adivinanzas sobre si Eduardo Rosales Castellanos va a buscar o no la reelección.

Aunque dijo que en 15 días haría pública su decisión, con la contundente victoria lograda ayer en la Asamblea, Rosales Castellanos se confirma en la dirigencia estatal por un período más y, de paso, el diputado Jorge Salinas Osornio se consolida como coordinador de la bancada panista en el Congreso.

Cabe decir que de los 29 consejeros emilistas, una docena de ellos quedó ubicada en los últimos doce lugares de los cien en juego. Eso habla también del ánimo que había entre los delegados participantes, de los que se dice que de los 2 mil 345 que asistieron, aproximadamente dos mil eran identificados como lalistas.

Pese a que había confianza en que la Asamblea se desarrollara sin mayores contratiempos, entre algunos delegados había el temor de que los emilistas pretendieran romper el quórum al momento de la votación, pero no fue así.

En este marco, las expectativas con la que llegaron los “paquistas-lalistas” a la Asamblea fueron superadas en la realidad, pues había quienes confiaban en sumar a su favor 60 consejeros por 40 de los emilistas.

Los que pecaban de optimistas auguraban tener 68 consejeros, pero aun esta última cifra fue superada por tres consejeros más para un total de 71.

Habría que decir que obligados por los estatutos a votar por 60 candidatos, los emilistas tuvieron que sufragar a favor de algunos candidatos del grupo contrario.

Obvio fue que los lalistas hicieron lo mismo, dicen que por no dejar.

Así las cosas, la asamblea estatal reconfirmó que los emilistas siguen sin ganar una, faltos de verdaderos y efectivos operadores políticos, y que los paquistas-lalistas no tuvieron compasión de sus adversarios.