Gilberto Pérez Castillo

El equipo del Gobernador Emilio González Márquez no cuenta con figuras propias fuertes para pelear los principales cargos de elección popular que estarán en juego en el 2009.

Debilitado al interior de su propio partido, el grupo emilista, a pesar de todo el esfuerzo que hicieron y todos los recursos que gastaron, perdieron contundentemente la mayoría de las elecciones de dirigentes municipales panistas y tendrán que resignarse a enfrentar por un periodo más a contrincante Eduardo Rosales Castellanos como dirigente estatal del PAN.

En este escenario, el grupo de Emilio González y Herbert Taylor no tienen probabilidades de poner a alguno de los suyos en las candidaturas a las alcaldías de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, ni en la mayoría de las ciudades medias del estado.

Por eso están buscando fuera del grupo otras figuras panistas con quienes aliarse y así no llegar tan desprotegidos a las elecciones del 2009.

Eso explica la alianza con Rodolfo Ocampo Velázquez, aspirante a la candidatura del PAN por la alcaldía de Guadalajara.

Luego de fracasar al tratar de meter en la contienda al diputado Francisco Padilla y al secretario particular del Gobernador Antonio Gloria, a los emilistas no les quedó otra que optar por hacer alianza con un ajeno y así mantener la esperanza de tener a un aliado en el gobierno de Guadalajara en el 2010.

Así como los emilistas no tienen buenos cuadros para pelear por las alcaldías, tampoco cuentan con buenas condiciones como para pelear con éxito la mayoría de las candidaturas a diputados federales y locales, y mucho menos para colocar en los mejores lugares de las listas de candidatos a diputados plurinominales a los suyos.

En estas condiciones, este grupo político, que se ha desgastado por los excesos cometidos en el primer año de gobierno, por su intolerancia y por los graves errores de Emilio González, podría enfrentar un segundo trienio peor que el que está viviendo actualmente:

  • Si el PRI gana las elecciones intermedias del 2009 Emilio, Herbert y los suyos tendrán que enfrentarse a un partido de oposición con ansias de recuperar la gubernatura en el 2012; y,
  • Aún ganado la mayoría el PAN el próximo año, el grupo emilista tendría que enfrentar a un grupo panista que le es abiertamente antagónico y que tratará de eliminar cualquier probabilidad de que alguien del grupo del Gobernador pueda ser el candidato a gobernador dentro de cuatro años.