Independientemente de lo que pueda suceder de aquí a que el Partido Revolucionario Institucional comience a perfilar a sus candidatos a las elecciones del 2015, el diputado Miguel Castro Reynoso asumirá este sábado la dirigencia municipal del PRI en Guadalajara con la estafeta del primer precandidato a la alcaldía tapatía.
Castro Reynoso dejará la coordinación de la fracción parlamentaria de su partido en el Congreso del Estado para atender los asuntos exclusivos de su partido en la capital, cuya dirigencia asumirá el próximo sábado, sin descuidar su labor como diputado.
Diez meses fue el tiempo que Miguel Castro fungió como “pastor” de los legisladores priistas, tarea que, sin duda, le costó un desgaste no menor en su imagen política que deberá de rescatar ahora al frente del PRI en Guadalajara donde deberá de comenzar a trabajar con miras a mantener a su partido en el poder.
Y sin duda que el primer anotado para convertirse en candidato a la alcaldía es el propio Castro Reynoso, quien tendrá que hacer un esfuerzo extra para reestructurar y fortalecer a su partido en los seccionales y distritos, depurar la lista de presidentes de los mismos y tratar de que el priismo tapatío cierre filas no sólo ahora sino cuando ya se conozcan los nombres de quienes jugarán por un cargo de elección popular.
Miguel Castro tendrá que hacer un trabajo fino para evitar, llegado el momento, se registre un éxodo de priistas que no vean satisfechas sus aspiraciones y ambiciones en las próximas elecciones y, como ha sucedido en los últimos años, se dejen llevar por el “canto de las sirenas” que escucharán provenientes desde otros institutos políticos.
A Castro no le espera un trabajo fácil. Su paso por la coordinación de los diputados locales le ha dejado grandes lecciones de las que ahora deberá aprovechar para llevar a cabo un trabajo efectivo al frente del PRI y que se vea reflejado, en su tiempo, en las urnas; claro, dependiendo también de quiénes sean sus candidatos.
Claro, Castro Reynoso también deberá de tener “mano firme” para ignorar o hacer a un lado a no pocos “arribistas” que suelen aparecer en cada relevo de dirigente o previo a una selección de candidatos, con el único propósito de llevar “agua a su molino”.
El ex alcalde de Tlaquepaque llega con todo el apoyo no sólo del alcalde Ramiro Hernández sino del propio gobernador Aristóteles Sandoval, por lo que sin duda su principal tarea será trabajar para que en 2015 Guadalajara aporte el mayor número de diputados priistas de los distritos tapatíos al Congreso. que le permitan al Mandatario estatal tener una mayoría legislativa de su propio partido.