Mientras el hoy ex dirigente estatal del Movimiento Territorial del PRI, Rubén Vázquez, dejó las filas de su partido con una carta que simplemente anunciaba que se iba, sin dar mayores explicaciones del por qué, pero con un fuerte abrazo para el dirigente estatal Ramiro Hernández García, militantes de la zona de Los Altos presentaron también su renuncia a través de sus respectivas cartas, pero con fuertes y severas críticas a las condiciones en que se encuentra su ahora ex partido en el que ocuparon diversos cargos a nivel municipal o en algunos de sus sectores.

Es el caso de Arturo Núñez Gómez, ex secretario de Finanzas del entonces FJR en Lagos de Moreno, así como secretario de Organización de la CNOP en ese municipio, quien en una carta dirigida a Hernández García, luego de notificar su renuncia, agrega:

“La dirigencia que usted encabeza, así como las traiciones que soslayó en este municipio, al no hacer caso de las advertencias de los acuerdos del candidato a presidente municipal con el candidato del PAN a diputado local, no permite continuar en un partido donde a los traidores se les premia…”.

O el caso de Heliodoro Gómez Vázquez, quien tras confesar que renuncia “con enorme dolor, ya que nací, crecí y me desarrollé en el PRI”, refiere:

“Ya nada tengo qué hacer dentro del PRI, que lamentablemente sigue y pretende seguir secuestrado por los intereses personales de unos cuantos (…). Y no puedo ni debo, dentro de una falsa institucionalidad y disciplina partidaria, seguir solapando, haciéndome cómplice del enorme desgaste que por corrupción, compadrazgo, amiguismo, nepotismo, imposición de candidatos…”.

No menos dura fue la renuncia, luego de 23 años de militancia, de Luz del Carmen García, quien fue desde presidente de seccional hasta secretaria general y presidente del comité municipal en Lagos, así como dos veces candidata a diputada local, entre otras responsabilidades partidistas. Las razones de su salida las expuso de la siguiente manera:

“Inconforme con un partido de vacas sagradas en el que los municipios del interior del estado casi nunca contaban (…). Muchas veces fui relegada por cuestionar actitudes del partido y del gobierno. Me voy clara que ni me deben ni les debo (…). Los cargos que tuve no fueron una graciosa concesión, fueron producto de mi trabajo en militancia…”.

Y si se puede cerrar con “broche de oro” las renuncias laguenses al PRI ayer miércoles, está la de José Luis Monterde Ramírez, quien entre otros cargos en el partido desde el Frente Juvenil Revolucionario, del que fue secretario general, también se desempeñó como subsecretario de Operación Política del comité estatal, representante del partido ante el IFE, IEPC y Registro Estatal de Electores, así como secretario de Elección del CDE.

En su carta de renuncia, Monterde Ramírez fue severamente crítico de la dirigencia estatal y de quien la encabeza. Escribió, entre otras cosas:

“No puedo compartir una dirigencia ilegal, plagada de manejos poco claros con sus finanzas y promotora del odio, violencia de la dignidad humana (…). No fui cómplice del régimen que recién termina en Jalisco y en el país. No me afilio a otro partido, solo espero que las complicidades de los nuevos gobernantes no soslayen las responsabilidades de los salientes…”.

Trascendió que en estos días continuará la “sangría” de militantes priistas de otros municipios de la región como San Juan de los Lagos, cuya cabeza más visible sería la de la diputada Olivia Guillén, entre otras.

La pregunta que queda es: ¿Habrá quien cierre la puerta priista…?

Al tiempo.