Sin titubeo alguno Pilar Pérez Chavira sale al paso de rumores y trascendidos:

“No soy una marioneta que mueve alguien…”.

Y remata:

“Quienes conocen mi trabajo en el PAN se han dado cuenta que tengo 30 años de trabajo y que lo he hecho de manera permanente con las diversas dirigencias, en independencia de quiénes hayan sido los jefes estatales. Valorando objetivamente, tendríamos que hablar de que he sido institucional. Yo he demostrado que tengo un camino andado y que he tomado mis propias decisiones”.

Así responde la candidata a la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN a las versiones de que detrás de su aspiración está el ex dirigente estatal Eduardo Rosales Castellanos, con quien fue secretaria general del partido, y que nadie mejor que ella para cuidar los intereses y continuar el proyecto de quien se ha acusado de ser la “mano que mece la cuna” de las dirigencias a partir de que concluyó su gestión, y aún ahora que ya no es militante de Acción Nacional.

En entrevista con Marcatextos.com, Pérez Chavira responde a sus detractores:

“Es un discurso que se ha venido usando y que a lo mejor les acomoda bien a los contendientes (…). Es un discurso a lo mejor muy vendible cuando no hay propuestas y lo único que busca es confundir. Quienes tienen recurrentemente, en ciertos momentos, la tentación de sacar el fantasma del ropero… no sé, ¿no tendrán algo más que me encuentren?”.

¿Sientes que remas contra la corriente ante estas versiones?

– A mí esa parte no me preocupa porque yo tengo la certeza de lo que hago, sé distinguir lo que son los amigos en el camino y que en algún momento coincidimos, y que hoy estamos en proyectos distintos.

Y agrega:

“Para empezar, Lalo Rosales ya no está en el PAN y no es quien incide o decide al interior del partido (…). Sé que es un San Benito que cada vez que se necesita sale a relucir, pero sé que conocen mi trabajo, mi trayectoria; saben en qué coincido y en qué he diferido. Lalo es un buen amigo, pero eso no implica que maneje mi vida, que maneje mis decisiones o que manipule al PAN”.

¿Qué opinas de tus adversarios por la dirigencia estatal?

-Me da gusto que haya competencia en el PAN y que manifiesten su interés por dirigirlo. Espero que sea un acto de contrición de lo que en su momento ha sido su participación intermitente en el partido, pues en ocasiones están y en otras no se les ve por el partido; o mantienen cercanías con otros partidos o con liderazgos que ya no están en el PAN, y que generan inquietud e interrogantes sobre cómo podrían dirigir un PAN que no han vivido a cabalidad”.

Abunda:

“Aquí se trata de la trayectoria, de la congruencia, del compromiso permanente con el PAN, con una claridad de rumbo. La inclusión debe darse con el trabajo y, sobre todo, con probada lealtad al PAN y no a otro partido. Quitemos las tentaciones y los riesgos que los mismos partidos ven: que haya una intervención de Morena dentro del PAN o una intervención naranja que desdibuje al propio partido.

“Los que han decidido jugar allá están en su derecho, pero que sean leales a sí mismos y tomen la decisión de una sola opción”.

Por último, sobre el hecho de que por vez primera una mujer busque llegar a la dirigencia de Acción Nacional, cerró así su respuesta:

“Ayuda mucho el que una mirada de mujer tiene diferente perspectiva, a veces con más matices, pero que tiene la característica de ser muy complementaria y ser radicalmente decidida a defender la casa. ¡Eso es típico en cualquier mujer!”, concluyó.