Reza un dicho: “El que puede lo más, puede lo menos…”.
Pero, qué sucede cuando se revierte y termina de la siguiente manera: “Si no pueden lo menos, ¿podrán lo más?”.
Esto viene a cuento por la “lluvia” de propuestas e iniciativas que ventilan nuestros diputados locales con temas por demás interesantes y trascendentes, pero al mismo tiempo llenos de tantos intereses políticos que me llevan, en lo personal, a ser escéptico y desconfiado de la buena intención de los legisladores.
O quizás sólo sea eso: una buena intención, pero a sabiendas de que dicha propuesta no procederá, pero cuando menos ya lograron aparecer en los principales espacios de los medios de comunicación, aunque haya sido dándole vuelta -como el “Tío Lolo”- a un tema determinado.
Pero vayamos por partes:
Los diputados discuten, a propuesta de los priistas, la conveniencia de aprobar se reduzcan al 50% las prerrogativas -o sea los recursos públicos- que reciben los partidos políticos.
¿Podemos creer que esta discusión va en serio cuando, para empezar, los propios diputados no tuvieron la voluntad para desaparecer un rubro como es el de los recursos públicos -92 mil pesos al mes- para las llamadas “casas de enlace” que realmente son utilizadas como casas de campaña?
¿Podemos creer que esta discusión va en serio cuando los diputados no tuvieron la voluntad para desaparecer el rubro de “apoyos para asesores” que les significa un monto extra de 105 mil pesos más por cada diputado al mes?
¿Podemos creer que esta discusión va en serio cuando por un lado declaran que reducirán la nómina del Legislativo, pero en realidad exigen la contratación de más personal que para poder sacar adelante el trabajo que tienen rezagado?
¿Podemos creer que esta discusión va en serio cuando durante muchas semanas se “rasgaron las vestiduras” denunciando la existencia de “aviadores” en el Congreso, pero no han tenido la voluntad para desenmascararlos y correrlos?
¿Podemos creer que esta discusión va en serio cuando al inicio de la Legislatura signaron un Pacto de Austeridad que, hasta el momento, ha quedado simplemente en el papel?
¿Podemos creer que esta discusión va en serio cuando los dirigentes de los partidos políticos responden a esta propuesta con un “Sí, estamos de acuerdo, peeerooo…”. Ese “pero” ya echó abajo cualquier posibilidad de éxito, amén de que tienen temor oponerse pública y abiertamente a esta propuesta y dicen “sí” para quedar bien con la tribuna.
Deveras, quisiera ser más confiado, darle credibilidad a los dichos de los diputados, pero no es tanto aquello de que “la burra no era arisca…”, sino que simplemente me quedo con aquella cita de “por sus obras, los conoceréis…”.