A unos días de cumplir dos meses en el puesto de fiscal general del estado, Jesús Eduardo Almaguer Ramírez sigue tratando de dar forma al rompecabezas que su antecesor dejó. La situación de la fiscalía es tan complicada, que por más que el recién nombrado fiscal quiera mostrar un cambio o avance, no logra proyectarlo como quisiera.
6,404 personas, incluye mandos, oficiales de vialidad y oficiales investigadores, hasta la llegada de Eduardo Almaguer, son las que formaban parte de la institución. Según el informe publicado en junio del 2015, por la ONG Causa Común, con los datos proporcionados por la misma Fiscalía; del 1ro de marzo de 2013 a mayo de 2015, se han dado de baja a 118 elementos, por no aprobar las evaluaciones de control de confianza, implementadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Lo preocupante es que, según los registros del mismo SESNSP, al 30 de octubre de 2014, eran 1,330 los elementos que debían darse de baja de la Fiscalía del estado.
Apenas había pasado un mes, cuando el 13 de agosto, Almaguer Ramírez, reconoció en rueda de prensa, que en la dependencia a su cargo, existían más de 400 averiguaciones previas contra sus mismos elementos, y estaban abiertos más de 700 casos de procedimientos administrativos contra trabajadores de la institución.
De la recomendación 13/2015 dirigida el 23 de abril de 2015, por la CEDHJ a Javier Ignacio Salazar Mariscal, -en ese tiempo- Comisario de Investigación de la Fiscalía, donde son señalados los elementos Gerardo Romero Gutiérrez, Ernesto Gutiérrez Padilla y Pedro Sánchez Santillán, acusados de retención prolongada y tortura, no se sabe nada. La Fiscalía del estado es una de las instituciones con más señalamientos por parte de la CEDHJ.
A los nueve días de haber sido nombrado fiscal, una entrevista banquetera –de la cual Marcatextos tiene una copia- metió en problemas a Jesús Eduardo Almaguer, cuando se empieza a hablar de volantas, y él no sabe, cómo manejar el tema. Los siguientes días, estuvo explicando en medios de comunicación, que las volantas no eran volantas. Tratando de limpiar una imagen de represor que empezó a circular en redes sociales.
El miércoles 12 de agosto, un grupo de policías entregó en la oficialía de partes de la FGE, una carta dirigida al Fiscal general, donde se describe la corrupción que impera dentro de la institución, y se señalan a los mandos de la Fiscalía relacionados con el crimen organizado.
Por si fuera poco, en los operativos contra el CJNG, la Fiscalía del estado, no ha sido requerida por parte de las fuerzas castrenses o PGR. La más reciente éste 1 de septiembre; la detención de Javier Guerrero Covarrubias, alias El Javi o El Javiercillo, presunto jefe de sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), implicado en la emboscada contra elementos de la Gendarmería Nacional del pasado 19 de marzo en Ocotlán, Jalisco.
Pero, con Almaguer Ramírez llegó también el equipamiento que no se había tenido en tiempos de su antecesor. El 16 de julio por fin se entregaron 3,600 uniformes para policías de 114 municipios de Jalisco. El 31 de julio, 112 vehículos operativos, que se repartieron entre la Fiscalía Central, Fiscalía Regional, Fuerza Única, y Policía Investigadora. Equipamiento requerido por mucho tiempo, pero que no se había suplido, hasta el cambio de fiscal.
Los cambios en la estructura de mando también están iniciando, éste 1 de septiembre se relevó a Javier Ignacio Salazar Mariscal de su puesto como Comisario de Investigación, y en su lugar se nombró a Marco Aurelio Del Toro Barajas. También deja su oficina de subcoordinador de la Policía Investigadora, Benjamín Vizcarra Gutiérrez, quien ha tenido varios señalamientos en contra, por parte del personal a su cargo; Felipe de Jesús Rubio Cárdenas será quien ocupe esa posición.
Por el momento los casos resueltos tampoco han jugado a favor de Almaguer Ramírez, en su deseo de posicionar a la Fiscalía como una institución que está cambiando de cara. Lo más fuerte mediáticamente, fue el caso de Gabriel de la Peña, y se resolvió sin intervención de la Fiscalía, quedando en un problema familiar.
Así pues, Jesús Eduardo Almaguer Ramírez sigue tratando de acomodarse en su nueva encomienda, pero aún no ha tenido la suerte de tener logro destacable. Esperemos por el bien de Jalisco, que el fiscal del estado pronto acomode el rompecabezas que tiene en las manos.