El jueves por la noche, tras las violentas manifestaciones por el asesinato de Giovanni López, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez responsabilizó de los hechos a “gente” del presidente Andrés Manuel López Obrador y a miembros del partido Morena; el viernes, tras la desaparación de varios jóvenes que iban a manifestarse ante la Fiscalía General, luego de ser detenidos por agentes ministeriales, aseguró que estos obedecieron órdenes externas, posiblemente de la delincuencia.

Pero ayer domingo, en una entrevista con Televisa (foto anexa), declaró otra cosa. Dijo textualmente:

“No estamos hablando de marchas y manifestaciones. Estamos hablando de que Jalisco recibió una embestida brutal de grupos de interés, de interés, difíciles de identificar (negritas del redactor)…”.

¿”Grupos de interés difíciles de identificar”, es ahora la nueva versión del gobernador Alfaro sobre los autores de lo sucedido el jueves y viernes, particularmente? ¿Entonces no fue “gente” de López Obrador? ¿Entonces no fueron miembros de Morena? ¿Entonces no fue la delincuencia? ¿Entonces fueron “grupos de interés difíciles de identificar? ¿Por qué responsabilizó inicialmente a “gente” del presidente, de Morena o de la delincuencia de estar detrás de todo lo sucedido, si ahora reconoce que los autores de lo que él llamó “embestida brutal” son “difíciles de identificar”?

Sin embargo, más adelante refirió que “se filtró la información, incluso de personajes ligados a Morena, el partido del presidente, que venían de otros lados del país a generar violencia, profesionales de la violencia”. ¿Quién tenía esa información y quién la filtró? ¿Quiénes son esos “profesionales de la violencia” que pertenecen “al partido del presidente”, como él mismo lo deslizó? ¿Entonces son o no “grupos difíciles de identificar”?

Pero aunque los organizadores de todos estos hechos son “grupos difíciles de identificar”, en esa entrevista Enrique Alfaro se atrevió a especular y dijo: “Construyeron una historia, construyeron una estrategia que buscaban que hubiera muertos en Jalisco; yo, guardadas las proporciones, me atrevo a decir que se empezaban a generar las condiciones para que aquí se construyera un nuevo Ayotzinapa en nuestro Estado…”. ¿De veras? ¿A ese grado la sospecha de algo del que no se sabe o se dice no saber?

Y reiteró su ignorancia sobre los responsables de todo lo sucedido: “Habrá que ir identificando con más precisión quiénes pueden estar detrás de esto…”.

En dicha entrevista reitera que es falso que Giovanni haya sido detenido por no traer cubrebocas, que fue una “historia que se construyó” porque “en ningún momento de la investigación ni en el reporte de los policías aparecía nada que tuviera que ver que al joven lo detuvieron, y mucho menos que lo habían matado por no usar un cubrebocas… eso no aparece por ningún lado”. Después de que lo mataron, ¿se esperaba que la policía registrara que fue detenido por no portar cubrebocas?

Sin embargo, es en el video de la detención de Giovanni donde se escucha que si se lo llevaban “nada más porque no trae cubrebocas”. Es ahí en el video donde se habla de la razón por la que fue detenido sin que los uniformados dijeran otra cosa en contrario a los familiares y testigos ahí presentes. No es una historia construida de la nada.

Pero tampoco revela la causa o motivo oficial del por qué Giovanni fue detenido. ¿Eso aún no lo sabe el Gobernador de Jalisco? ¿No hay un reporte oficial del por qué el joven albañil fue detenido? ¿No es ese el principio de la historia que motivó el que fuera asesinado a golpes, como él mismo lo declara en esa entrevista? Pues aunque no lo creamos, Alfaro no sabe por qué detuvieron a Giovanni. Él mismo lo confesó: “También habrá qué revisar, porque esa es una conclusión pendiente, por qué lo detuvieron realmente y qué fue lo que pasó…”.

Un mes de haber sido detenido y asesinado, después de una violenta manifestación, de detenciones ilegales de jóvenes… ¿y el gobernador aún no sabe por qué detuvieron a Giovanni, cuya muerte generó todo lo sucedido? ¿Es en serio?

Alfaro insiste en que se gastaron millones de pesos en redes sociales para fortalecer esta historia del cubrebocas, pero también confiesa “que yo no sé quién los pagó”. ¿No hay una investigación del gobierno del Estado para saber quién gastó millones de pesos en eso? ¿No tiene capacidad para solicitar esa información?

Otra revelación que hace en esta entrevista y de la que no presentó prueba alguna, fue que “identificamos a personas que venían de otros lados, está documentado; detenidos por la Fiscalía ese día, tenían antecedentes penales por delitos contra la salud, venían de la Ciudad de México, de Yucatán, ¡de muchos lados!”.

O sea, prácticamente eran delincuentes foráneos los detenidos el jueves pasado, ¿y los perdonaron pese a los destrosos que provocaron? ¿Retiraron los cargos en su contra cuando supuestamente tenían documentado que eran delincuentes y responsables de los daños, y además, como él mismo lo declara, eran “gente tan violenta, que quemó patrullas, que puso en riesgo la seguridad de los propios manifestantes”? ¿Esos detenidos eran los “profesionales de la violencia” del “partido del presidente” o no se detuvo a ninguno de ellos?

Sobre los agentes miniesteriales que detuvieron y desaparecieron por unas horas a los jóvenes manifestantes, confesó:: “Me han preguntado y lo digo con todas sus letras: ¿puede haber estado la delincuencia organizada detrás de lo que pasó con este grupo de la Fiscalía? ¡Sí, no descarto esa opción!”.

Reconoce que la Fiscalía está infiltrada por el crimen organizado, y al mismo tiempo lo justifica: “Evidentemente en Jalisco y en México tenemos un problema enorme de infiltracion en la policías, y eso quien no lo quiera aceptar me parece que quiere tapar el sol con un dedo”. ¿Así de sencillo? ¿No habrá una investigación, y lo que resulte de ella, sobre la infiltración del crimen organizado en la Fiscalía? ¿No hay responsabilidad alguna del titular de esa dependencia? ¿O de quién es la culpa de que la delincuencia organizada se haya “metido hasta la cocina”? No hacerlo, resta credibilidad, por no decir que anula, a esa versión de la “infiltración”.

Sin duda, pues, las interrogantes que sus mensajes a través de los videos en redes sociales habían generado, hoy con esta entrevista se amplían y no hay respuesta a ellas.

La de ayer, fue prácticamente la “entrevista de la ignorancia”, porque el Mandatario dijo no saber aún mucho de lo sucedido, y con sus respuestas le abre a la ciudadanía infinidad de interrogantes sin respuesta.