Al parecer ni la invitación que le hizo ayer el gobernador Emilio González Márquez a recorrer todos los rincones de Casa Jalisco habrían convencido a Jorge Aristóteles Sandoval de mantenerla como residencia oficial del gobernador y vivir ahí a partir del primero de marzo próximo.
Pero por supuesto que eso no es lo importante del encuentro que ambos sostuvieron ayer ni el hecho de que trabajarán juntos en la elaboración del presupuesto para el próximo año.
No, lo importante es el mensaje político que González Márquez envía al haber invitado a Casa Jalisco al candidato a la gubernatura ganador de la elección del pasado domingo el mismo día en que comenzó el cómputo de la votación y aun y cuando  no recibe su constancia de mayoría que lo haría gobernador electo.
Pero, además, extiende la invitación (martes) el mismo día en que el presidente Felipe Calderón Hinojosa se comunicó vía telefónica con Aristóteles Sandoval para felicitarlo por su victoria en las urnas.
Ese es el fondo de la forma.
El invitar y recibir a Sandoval Díaz en Casa Jalisco cuando no se cubren aun todas las formalidades que hagan Gobernador electo al priista, no tiene otro propósito que adelantar el reconocimiento que no habrá elemento alguno que modifique el resultado final de la elección dominical.
Podrán ser menos o más los votos que resulte del cómputo, pero no cambiará el nombre del ganador, parece decir esta invitación de Emilio a Jorge Aristóteles.
Y esto sucede con quien se le acusó de haberse aliado y alentado para, primero, ser candidato y, luego, estar cerca de obtener la victoria, como fue Enrique Alfaro Ramírez.
Sin embargo, como lo advertimos aun en campaña, las señales desde Casa Jalisco cambiaron y desde ahí se concentraron no sólo a esperar la jornada electoral y sus resultados sino a tejer los primeros enlaces con el equipo de quien en esos momentos se había mantenido  a la cabeza de las preferencias ciudadanas, según lo reflejaban las encuestas.
Y lo de ayer, cuando vimos a Emilio González Márquez y a Jorge Aristóteles Sandoval salir muy sonrientes de Casa Jalisco por la puerta principal, nada menos que el mismo día en que comenzaba el cómputo de la votación, es simplemente el colofón de lo comentado líneas arriba y la confirmación de que el Mandatario panista advirtió que lo otro, lo que le achacaban, podría resultarle contraproducente.