No hay duda que el haber amagado con que en 2015 no iría en alianza con el PRI en las elecciones locales, le permitió al Partido Verde Ecologista de México sacar mejores ganancias en una negociaciones en la que no pocos concluyen que el “Niño Verde” se salió con la suya.
Coalición flexible en municipios -poco más de una treintena- y parcial en las diputaciones, le permitirá al Verde Ecologista postular candidato a una alcaldía en cuatro o cinco municipios, mientras que de 19 distritos electorales locales en los que irán juntos ellos tendrán candidato en cinco: el tres, el cinco, el 12, el 14 y el 17.
Claro, de entrada tienen asegurada una posición en las planillas municipales que les asegura su llegada al Cabildo correspondiente aun y cuando pierdan esa elección, pues el acuerdo al que se llegó fue que se les respetaría las posiciones que actualmente tienen. Entiéndase: una candidatura en la planilla en los primeros cinco lugares.
En cuanto a los otros distritos, se hará una medición entre los aspirantes del PRI y del PVEM y será candidato aquel que sea más rentable, ya sea de uno o de otro partido. Eso sí, los candidatos que postule el Verde Ecologista en los cinco distritos que tiene asignados, aun y cuando sean militantes del PRI, en caso de ganar pasarán a formar parte de la bancada del Verde y no del PRI, como sucedió en las pasadas elecciones del 2012 y que fue una de las molestias de la dirigente verde-ecologista, pues aquellos candidatos que postuló y ganaron, no se sumaron a su bancada sino que se quedaron a conformar la del PRI.
Y no dude usted que el futuro del dirigente del Verde en Jalisco, Enrique Aubry de Castro Paloino, podría estar en buscar nuevamente el voto ciudadano en el distrito que actualmente representa, el 14, para regresar al Congreso del Estado, aunque un no se ha dicho la última palabra.