Algo tiene la silla principal de la Comisión Estatal del Agua que hace ver las cosas desde una perspectiva diferente a la que se ve desde otros puntos, inclusive el del escritorio principal de Palacio de Gobierno.
Como director del CEA, César Coll Carabias promovió desde el punto de vista técnico que la cortina de la presa de la presa El Zapotillo debería de ser de 105 metros de altura, lo que implicaría inundar tres poblados, entre ellos Temacapulín, medida que prevaleció hasta que mediante un tuit el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz dijo que la cortina bajaría a 80 metros con lo que no se inundaría “Temaca”.
No obstante la postura de Sandoval Díaz, Coll Carabias mantuvo su posición de que la cortina debería mantenerse en 105 metros.
Ahora quien lo sucedió en el cargo, José Luis Hernández Amaya, ex director general del SIAPA, desde la oficina principal del CEA advierte que la cortina de El Zapotillo debería mantenerse en los 105 metros de altura. Hernández Amaya deja a un lado razones políticas o sentimentales y recurre a razones técnicas para sostener por qué debería de ser de 105 metros la cortina de El Zapotillo.
De acuerdo a lo publicado por El Informador, Hernández Amaya dijo que de lo que se trata es de “acercar más líquido potable a los habitantes de esta metrópoli, a fin de habatir a corto plazo el rezago que padece, de tres metros cúbicos por segundo…”.
Y subrayó:
“Insistir en la disminución de la altura en la cortina del embalse significa perder más de la mitad del almacenamiento, lo que irá en detrimento de la cantidad que aprovechen los tres beneficiados: la ciudad de Guadalajara, Los Altos de Jalisco y la ciudad de León, en Guanajuato”.
Pero a lo dicho por el titular del CEA, el Gobierno del Estado respondió con un comunicado en el que señala que la declaración de Hernández Amaya “contraviene la convicción personal y postura oficial dadas a conocer con antelación”.
Sí, aunque parezca increíble, a las razones técnicas que sostiene el CEA -en tiempos de Coll Carabias y ahora de Hernández Amaya- para mantener la cortina de 105 metros de altura, desde el Ejecutivo se antepone como razón “la convicción personal” y la “postura oficial”, aduciendo que “existen otras alternativas viables”, ñpero que no han pasado de simples declaraciones ante los medios de comunicación.
Así, las razones y argumentos que deberá de presentar el Gobierno del Estado ante las autoridades federales para defender su postura y convencerlas de que la cortina quede en 80 y no 105 metros, tendrán que ser técnicas y no de una simple “convicción personal”, por muchos compromisos que se hayan sostenido con los habitantes de Temacapulín.
Así de sencillo.