Independientemete de quiénes hayan descansado las semanas Santa y esta de Pascua que corre o simplemente los días Santos -con todo y fin de semana- es de esperar que el llamado a la reflexión de estos días nuestros gobernantes no sólo lo hayan hecho en materia de fé sino también de lo que corresponde a su responsabilidad particular y general como parte de un gobierno.
Y en esta reflexión debieron de haber caído la mayoría de quienes integran el gabinete del gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz que a poco más de un mes de haber asumido su cargo, siguen con la brújula perdida.
El propio Mandatario estatal deberá aceptar y reconocer que los 30 días transcurridos de su administración no han sido suficientes para demostrar o confirmar que él y sus colaboradores ya están firmemente sentados en sus cargos, con el control de las áreas que a cada uno les corresponde atender y que han comenzado a analizar y resolver los problemas que aquejan a sus gobernados.
La percepción que existe -y que es de lo que se habla en los corrillos y en la sobremesa- es que ni siquiera han terminado de colocar a sus propios colaboradores.
Bueno, basta decir que aun hay un buen número de colaboradores del gobernador en campaña que aun no saben si están o no dentro del gobierno, porque nadie les ha dado las gracias no dicho que vayan buscando otra chamba. Aun están a la espera de que Aristóteles Sandoval los coloque en alguna dependencia. O al menos esa esperanza tienen.
Hasta el momento, en estos 30 días no todos los secretarios de Estado han dado declaraciones a los medios, y quienes lo han hecho no han pasado de eso: de simples declaraciones. Acciones, prácticamente ninguna.
Habrá quien diga que no es fácil acomodarse después de 18 años de estar fuera del gobierno, pero hay que decir que no pocos de los colaboradores del Gobernador han sido funcionarios municipales. Pero, además, tuvieron ocho largos meses para planear y proyectar, a fin de llegar al cargo y actuar.
Sí, ya sabemos: la mayoría de ellos supo hasta un día antes que sería funcionario estatal y cuál sería su responsabilidad. Ese es otro error, el dejar los nombramientos hasta la última hora.
Un mes, 30 días, han transcurrido de este nuevo gobierno priista y aun ni se ve ni se siente.