Primer acto.
El gobernador panista Emilio González, una vez pasada la elección, decide autorizar de una vez por todas el tan pedido y retrasado aumento a la tarifa del transporte urbano.
Luego de esto, sometería al Congreso del Estado la aprobación de una comisión tarifaria en la que intervendrían el gobierno del estado, gobiernos municipales y representantes de la sociedad.
El equipo de transición del gobernador electo, Aristóteles Sandoval, propone invertir la fórmula: primero constituir la comisión tarifaria y que ésta apruebe el incremento de seis a siete pesos en la zona metropolitana y los ajustes al resto del estado.
Este aumento se acuerda con el entonces gobernador electo Aristóteles Sandoval, razón por la cual éste le pide a los alcaldes priistas en ese tiempo que voten a favor del aumento, como sucede finalmente.
Segundo acto.
Una vez creada la comisión tarifaria y aprobado el aumento, el costo político le  correspondería al gobierno panista de Emilio González.
Sin embargo cuando Enrique Alfaro, el candidato derrotado del Partido Movimiento Ciudadano que casi le gana la elección a Aristóteles, anuncia que se opondrá al aumento, los estrategas del entonces gobernador electo priista arman una genial maniobra para que sea la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), la que inicie el proceso legal para oponerse al incremento.
De esta forma, pensaron los genios estrategas de Aristóteles Sandoval, le quitarían la bandera a Alfaro.
Tercer acto.
El gobernador panista Emilio González, molesto por el incumplimiento del acuerdo por parte de Aristóteles, deja correr el tiempo para que sea en el gobierno del priista cuando se ejecute el aumento de la tarifa.
Una vez llegado el momento de la aparente resolución final, Aristóteles y su equipo aceptan y acuerdan con los transportistas que el acuerdo finalmente entrará en vigor.
Sin embargo, el Partido Movimiento Ciudadano, cuyo líder político es el coco de los priistas, el exalcalde de Tlajomuco Enrique Alfaro, les ganó la partida a los del PRI y logró detener de nuevo el aumento del transporte, convirtiéndose en el héroe de los jaliscienses de a pie.
Con esto Enrique Alfaro y el Partido Movimiento Ciudadano le hicieron un jaque al gobierno de Aristóteles Sandoval, del que difícilmente podrá salir.
Al final, lo que se querían evitar -dejarle una bandera de un gran valor social al excandidato a gobernador del Movimiento Ciudadano- acabo convertido en un bandera monumental para el coco de los priistas de Jalisco, Enrique Alfaro.