De acuerdo a las declaraciones que hizo ayer Emilio González Márquez a Radio Noticias 1070, cualquiera puede creer que el Gobernador quiere ver a panistas en la cárcel.
En la lucha contra presuntos actos de corrupción con recursos públicos, como asegura que hubo en la pasada Legislatura, a González Márquez no le importa que la ley se aplique a todos los supuestos responsables, independientemente del partido político al que pertenecen.
No, pese a su papel de Gobernador del Estado, él va directamente contra los miembros de su partido que integraron la LVIII Legislatura y no apela a que la ley extienda sus brazos contra todos los presuntos culpables sino que lo deja a que sean los partidos políticos quienes sancionen a sus militantes. Al menos eso dijo del PRI.
“No quiero hablar del PRI. Yo quiero que el PAN se depure; yo quiero que a PAN regrese el auténtico panista que está para servir a la gente y no para aprovecharse de la estructura para ganar dinero…”.
Para no dejar duda de cuál es su objetivo, no importando que los presuntos actos de corrupción se hayan cometido en el servicio público, reiteró:
“Que el PRI resuelva su asunto. ¿Te sorprende que haya corrupción en el PRI? ¡A mi no! ¿Te sorprende que haya corrupción en el PAN? ¡A mí sí! ¡Y me indigna!”.
Y parte de la premisa de que todos son culpables hasta que demuestren lo contrario:
“Y por eso sí exijo de mi partido que aclare. Y si los (ex) diputados están limpios, ¡que lo demuestren! Y si no, ¡que se les aplique la ley…!, sentenció.
Luego presume el papel que protagoniza en esta historia:
“Soy el que, al interior del PAN, pide que se tomen decisiones, que no se encubra a los corruptos que se presume hay ahí…”.