Todo parece indicar que el Auditor Superior del Estado se ha convertido en una obsesión para el diputado y secretario general del Partido Verde Ecologista, Enrique Aubry de Castro Palomino.
A quien quiere escucharlo, De Castro Palomino le asegura que el auditor Alonso Godoy Pelayo ya se va, que lo van a cesar, que ya todos los partidos están de acuerdo, que sólo es cuestión de encontrar (¡nada más!)  la salida jurídica, de ver quién lo va a reemplazar y hasta asegura que será el dictamen de una impugnación por su elección la que le dará la “puntilla” (impugnación que ya fue archivada).
Sin embargo, otra cosa piensa el PRI -su dirigencia y su coordinación legislativa-; otra cosa piensa la mayoría de los diputados del PAN que han manifestado su respaldo a Godoy Pelayo; y otra cosa piensa la bancada perredista y su dirigencia también.
Ante este panorama nos preguntamos: ¿Por qué, entonces, Enrique Aubry anda “filtrando” a los medios la versión de que el Auditor Superior será removido y que su lugar será ocupado por José Manuel Correa Ceseña?
Hay que señalar que esta versión -la del cese- la “filtra” o la dice “en corto”, pero ante los micrófonos y grabadoras ya no se atreve a sostenerlo y simplemente argumenta que debe analizarse muy bien este caso y que se someta a votación el dictamen de la investigación realizada por la Dirección Juridica del propio Poder Legislativo.
Bueno, pues se asegura que Enrique Aubry anda ventilando “en voz baja” la salida del Auditor porque quería que éste le fincara cargos a la Cuenta Pública 2009 del gobernador Emilio González Márquez, aun y cuando la Auditoría Superior le hizo observaciones por 500 millones de pesos, parte de los cuales fueron solventados y la otra cubierta en efectivo, de ahí que llegó a la Comisión de Vigilancia sin cargo alguno.
Así, pues, habría que confirmar por qué no se realizó la presunta reunión ayer de dirigentes y coordinadores legislativos, pues argumentar que fue por razones de agenda de Hernán Cortés no convence´.