¿Es José Socorro Velázquez Hernández el dirigente que requiere el actual priismo jalisciense?
Hoy por la tarde el dirigente nacional Manlio Fabio Beltrones Rivera le tomará la protesta a Velázquez Hernández y a Mariana Fernández Ramírez como presidente y secretaria general, respectivamente, del comité estatal del PRI, en una ceremonia que se espera multitudinaria como en los viejos tiempos, con todo y “acarreados”, en la Plaza Juárez… como en los viejos tiempos.
Para algunos, José Socorro llega tarde a la dirigencia, desfasado por los nuevos tiempos y las nuevas formas de hacer política; para otros, la llegada de un político sólidamente formado y con amplia experiencia, es lo que el PRI requiere en Jalisco para hacer frente al proceso interno con miras al 2018.
Como sus antecesores, el “Coco” Velázquez ha generado opiniones y posicionamientos encontrados: hay quienes le aplauden y hay quienes lo abuchean. Sin embargo, los primeros no manifiestan confianza plena de que el nuevo dirigente es el que su partido requiere para asegurar el triunfo en 2018, mientras los segundos, por supuesto, descartan que con él sean capaces de retener la gubernatura y recuperar las alcaldías perdidas, principalmente las metropolitanas.
Incluso, hay hasta quienes opinan que con José Socorro Velázquez y Mariana Fernández se concretará la entrega del gobierno estatal al Partido Movimiento Ciudadano, confirmándose así la creencia de que el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval “negoció” la elección del 2018 con el actual alcalde Enrique Alfaro Ramírez.
Pero sería interesante recordar las palabras que Velázquez Hernández expresó en febrero del 2014 en una entrevista con un diario local, para saber lo que piensa de la forma en que hoy se hace política. Dijo:
“Eso hace una gran diferencia entre la política que se practicaba hace 40 años, cuando yo empecé mi carrera, y la política que se practica ahora.
“En el PRI había convicciones ideológicas, respeto por los valores históricos de la Independencia, la Reforma y la Revolución. Nuestro antagonista político era el PAN, la derecha. Ahora no hay alguna diferencia entre PRI y PAN. Siempre he sido partidario de los acuerdos y las coincidencias sobre la confrontación, pero los políticos deben preservar los valores que les hacen diferentes. Las convicciones políticas se inmolaron en los altares de las conveniencias.
“Hay quienes se refieren despectivamente al viejo PRI. Pero el nuevo PRI, entrecomillado, tiene más deficiencias y defectos que el llamado viejo PRI, que constribuyó a construir nuestra Nación…”.