En el índice de Incidencia Delictiva Nacional 2016, Jalisco ocupa ya el tercer lugar apenas debajo de Estado de México y Ciudad de México. En 2014 estaba en el quinto lugar del mismo índice que presenta el Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Publica, dependiente de la Secretaria de Gobernación.

La organización Jalisco Cómo Vamos presenta en sus estadísticas del 2016 un aumento en los delitos del fuero común, en lugar del descenso que sería lo adecuado para ese rubro.

Por si fuera poco, la encuesta del periódico MURAL publicada con motivo del cuarto informe del Gobernador de Jalisco Aristóteles Sandoval, muestra en el segmento “TEMAS DE GOBIERNO”, que un 55 % de los ciudadanos consultados consideran de mal a muy mal, la seguridad pública en Jalisco.

Así pues, lo de nuestro estado no es una “percepción de inseguridad”, de unos cuantos; lo que nuestro estado vive es algo más serio: una completa falta de resultados en el combate a la delincuencia.

Mencione usted UN acierto relevante por parte de la Fiscalía General del Estado en 2016, UNO solo que muestre la capacidad de investigación que dicha dependencia debería tener, no lo va a encontrar. Porque las pocas cosas que se han informado con bombo y platillo se lograron por casualidad, o vía otras instancias: PGR o Ejercito.

Sin embargo si podemos recordar el secuestro de seis personas en el restaurante “La Leche” de Puerto Vallarta, la madrugada del lunes 15 de agosto del 2016, que mostro el poco control que se tiene en la dependencia cuando cualquier medio de comunicación tenía más información que el Fiscal General. Por cierto, recuerde que se resolvió ese secuestro y no gracias a la Fiscalía.

El 24 de septiembre de 2016 en las mismas instalaciones de la Fiscalía de Jalisco ocurrió una balacera que desnuda la falta de procedimientos en la dependencia, además de mostrar la complicidad entre “gestores” y personal de la institución.

Esos son solo dos hechos que llamaron la atención a nivel nacional de nuestro estado, pero en la vida diaria de los jaliscienses existen situaciones que se han vuelto lamentablemente cotidianas.

Todos conocemos a alguien que ha sido asaltado o afectado por el robo de un vehículo, y si bien es cierto que la policía municipal deja mucho que desear en su trabajo, el calvario al llegar a la Fiscalía es otro, largas filas para presentar denuncia, y luego, nada.

¿Después de presentar su denuncia por robo de un vehículo alguien ha sabido que se investigue su caso? Yo no, voy para dos meses sin saber si se investiga el robo de mi automóvil, nunca se acercó alguien después de levantar la denuncia.

Y por cierto, la página de recuperación de vehículos que se supone tiene en su sitio web la Fiscalía del Estado, no funciona.

Esta gastada situación de inseguridad en el estado, dicen ha llevado al titular de la Fiscalía General de Jalisco Jesús Eduardo Almaguer Ramírez a buscar otro puesto desde el mes de noviembre pasado en el gabinete de Sandoval Díaz.

La salida de Eduardo Almaguer solo confirmaría lo que todos sabíamos desde su nombramiento; Almaguer es político y tomó la Fiscalía pensando en su siguiente puesto de elección, el problema ahora para el aún Fiscal General del Estado es que no ha tenido resultados que le permitan aspirara a algo más, y menos cuando cada día la participación ciudadana tiene mayor peso en las elecciones.

En la encuesta de MURAL que califica a los Secretarios del gobierno estatal, la opinión ciudadana lo reprueba con el 5.7, siendo ésta la calificación más baja del gabinete.

Así mientras el Gobernador se decide a cambiar, y el Fiscal se sueña candidato a lo que sea, los jaliscienses seguimos esperando la inseguridad disminuya.

“La política es una actividad que, muchas veces, saca a la luz lo peor del ser humano.”

Mario Vargas Llosa.