Con un Héctor Pizano Ramos enfilado a la dirigencia estatal del PRI a la que llegará seguramente con el voto mayoritario de los integrantes del Consejo Político Estatal -sin duda éste será el método de elección-, la “guerra” en su contra se ha desatado con el propósito de deslegitimarlo en una aspiración que sabemos que no es nueva.
En una extraña reacción por parte de un dirigente de una de las organizaciones adheridas al Revolucionario Institucional, como es Movimiento Territorial (MT), Rubén Vázquez, quien también es aspirante a suceder a José Socorro Velázquez -aunque aclara que ello no es una obsesión-, emitió el pasado fin de semana una serie de críticas en contra del actual Secretario del Trabajo a través de sus cuentas en redes sociales.
Quizás una de las razones por las que lo hizo fue que Pizano Ramos se reunió en esos días con 12 de los 18 consejeros estatales del Distrito 2, que es precisamente en el que se ha manejado Rubén Vázquez. Los seis consejeros ausentes son cercanos al propio dirigente del Movimiento Territorial; al alcalde de Lagos de Moreno, “El Güero” Márquez; y al diputado local por ese distrito, Hugo René Ruiz Esparza.
Que yo recuerde, nunca un dirigente de sector o de una organización priista había atacado de manera pública y frontal a un aspirante a la dirigencia estatal. No creo que esto sea reflejo de los “nuevos tiempos” del PRI y mucho menos responda a aquel llamado que hizo el propio “Coco” Velázquez a los militantes para que expresaran públicamente sus sentimientos. ¿O será que Rubén Vázquez le tomó la palabra?
¿Qué sucederá si Rubén Vázquez no es electo dirigente estatal del PRI? Viejo militante del tricolor sabe cuáles son las reglas de este juego, las escritas y las no escritas. Y sin duda que advierte que las primeras señales que se han emitido respecto a este proceso no le son favorables. ¿Se disciplinará y será institucional? ¿Los consejeros estatales de Movimiento Territorial apoyarán al prospecto a la presidencia de su partido aunque no sea su dirigente estatal?
Aquí preguntamos: ¿hasta dónde estirará la liga Rubén Vázquez? La vez anterior lo hizo de manera tal que le permitiera alcanzar la dirigencia de esta organización priista, de la que sorpresivamente fue desplazada la diputada Rocío Corona Nakamura. ¿Ahora que hará o hasta dónde llegará? ¿Se mantendrá al frente del Movimiento Territorial o renunciará como una forma de protesta? ¿Acatará los tiempos de su partido y del primer priista del Estado o buscará acelerarlos en busca de un beneficio?
Hasta el momento José Socorro Velázquez, como dirigente estatal del PRI, no ha emitido opinión o postura alguna sobre los “golpes” lanzados por el dirigente del Movimiento Territorial en contra de un correligionario que al igual que él aspira a dirigir a su partido, y que además es integrante del gabinete estatal. ¿Lo ignorarán o en su momento llegará el llamado a la compostura? Creo que se presentarán ambas condiciones, pero habrá que esperar cómo reacciona Rubén Vázquez a ellas.
Así, pues, aunque aún no hay nada definido ni definitivo, Pizano Ramos ha sumado hasta el momento el apoyo de no pocos consejeros estatales de los muchos con los que ya se ha reunido, y eso lo coloca en una posición que podría fructificar cuando sesione el Consejo Político Estatal para elegir al nuevo dirigente priista.
Pero mientras esto sucede, estoy seguro que seguiremos atestiguando no pocos “golpeteos” que poco a poco se van intensificando; críticas a la situacíón del PRI que irán subiendo de tono; y quizás hasta algunas sorpresas cuyas consecuencias -fuertes o débiles- dependerán de otros factores, pero sorpresas al fin que le pondrán “sabor al caldo” tricolor.
Por lo pronto, tengamos presente la imagen que acompaña a este texto, porque podría ser parte de lo que puede venir después: la del dirigente de la organización priista, Movimiento Territorial, Rubén Vázquez, compartiendo la “sal y el pan” con el ahora aspirante independiente a la gubernatura, Hilario Ramírez, alcalde de San Blas, Nayarit, mejor conocido como “Layín”, aquel que pública y cínicamente confesó que cuando fue alcalde la primera vez había robado al erario público y que hoy pretende ser visto como una figura picaresca más de esta política nuestra, y al que algunos desvergonzadamente lo ven como “héroe” a seguir e imitar.
Presumir en las redes sociales la amistad con quien confesó haber robado, por mucho que la mayoría de los habitantes de San Blas lo haya elegido como su gobernante, no es la mejor recomendación para quien quiere ser dirigente estatal del PRI en Jalisco.
Al tiempo.