Mientras los maderistas en Jalisco están de plácemes y han emprendido ya una campaña en favor de su candidato a reelegirse al frente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Gustavo Madero, con las cuentas en redes sociales “Jalisco con Madero” y “Yo firmo por Madero”, los vazquezmotistas se quedaron nomás mirando cómo su candidata, Josefina Vázquez Mota, se hacía un lado, en tanto los olivistas están a la espera de que su candidato Juan Manuel Oliva defina si hace o no el 1-2 con quien se considera el otro contendiente seguro, Ernesto Cordero.
En este marco, llama la atención los argumentos que Josefina Vázquez Mota expresó ayer como razones para no contender por la presidencia nacional del PAN, no obstante que reconoció que las encuestas le son favorables, amén de que sigue pesando su estela de ex candidata presidencial.
“Anuncio que no presentaré mi candidatura a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional y mantendré una posición neutral  frente a los contendientes.
“En estos meses he estado cerca de mi partido. Ni he deshojado la margarita ni hoy tiro la toalla. Amo a México y esa es y seguirá siendo mi pasión…”.
Tras escuchar los “por qués” decide no participar en esta contienda, me queda claro que lo que Josefina Vázquez quería era un panismo “a sus pies”, entregada completamente a ella; un panismo sin problemas, un panismo unido en torno a su figura, un panismo que le facilitara el trabajo que debe de hacer todo un buen candidato que aspira a dirigir un partido de la talla de Acción Nacional.
Desde su perspectiva, éste es el escenario que observa Vázquez Mota y que es suficiente para mejor no meterse en “honduras”. Dijo:
“(La elección panista donde participará por primera vez la militancia corre) el riesgo de frustrarse por la crispación y el arrebato de la competencia.
“Las posibilidades de una nueva etapa de diálogo, solidaridad y concordia entre los panistas no se avizoran.
“Por el contrario, la elección se ve amenazada por la exacerbación y la segmentación del partido y por una lamentable radicalización de los intereses de grupo”.
O sea, ante los problemas que enfrenta su partido, Vázquez Mota prefiere hacerse a un lado y “ver los toros desde la barrera”. Rechaza buscar la dirigencia, apostando a que las encuexstas la favorecen, para terminar, para poner fin, precisamente a todo esto que ella denuncia que existe al interior del PAN.
¿No es su figura dentro del panismo, con una mayoría -como ella misma dice- a su favor, la que podría corregir el mal camino que los adversarios de Gustavo Madero dicen que es por donde camina su partido? ¿No puede ser Josefina Vázquez Mota, participando en una contienda abierta donde más de 200 mil militantes participarán, quien saque al panismo del fondo en el que se encuentra?
La verdad creo que son otras razones las que ellavron a Vázquez Mota a hacerse a un lado. Y esas razones quizás estén en aquel encuentro que dicen que sostuvo con el Secretario de Gobernación.
Y es que apenas hace cuatro meses decía:
“Estoy de regreso. La propuesta es hacer una convocatoria de unidad. Hay necesidad de un PAN unido y fuerte…”.
¡Que pronto se rindió!